En la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, se encuentra Javier Cadavid, un empresario de Puerto Venus, Nariño-Antioquia, que fue sentenciado a 23 años de prisión por los delitos de extorsión y enriquecimiento ilícito. El 11 de noviembre cumplió diez años en la cárcel y aún las súplicas por demostrar su inocencia son interminables.
Ni la declaración de las FARC, los testimonios de varios campesinos, ni los múltiples abogados contratados, las cartas de las fuerzas armadas ni las 700 firmas recogidas en el corregimiento de Puerto Venus han sido pruebas suficientes para demostrar que el señor Cadavid es inocente, pues las autoridades lo culpan por no conocer los movimientos bancarios de su cuenta, por no tener recibos de los pagos a los campesinos y por pagar sus deudas en Imperio y H&R con el dinero de la extorción.
Javier Cadavid es un empresario que durante mucho tiempo le sirvió a la comunidad, a la Policía, al Ejército y a los maestros. Era el padre de Puerto Venus, pues manejaba la economía de toda una región. Desde que llegó al corregimiento, se preocupó mucho por el desarrollo económico y social de la zona, pues ayudó al acueducto de Puerto Venus, la electrificación del lugar, a la pavimentación, entre otros. Gracias a sus labores, los habitantes de dicha zona comenzaron a apreciarlo mucho.
Cuando se anunció la sentencia de Javier Cadavid, su familia sufrió su ausencia en la casa a causa de las injusticias que se han cometido hacia él. Los más afectados han sido sus hijos, ya que el rechazo de sus compañeros en el colegio y en el barrio en el que vivían, los marcó de una manera muy fuerte. Decían que eran hijos de un “guerrillero”.
En aspectos económicos, la familia Cadavid Toro no ha pasado por las mejores situaciones porque la gran cantidad de abogados que han contratado, el juez, la casación, el tribunal y las visitas a la cárcel, hicieron que los recursos económicos se fueran acabando. Sin embargo, Mariela Toro–esposa de Javier—en su labor como educadora, la han convertido en una mujer valiente que cada día sale adelante con sus hijos y lucha en contra de las injusticias.
Actualmente, David (maneja las fincas de su padre), Felipe (odontólogo), Santiago (estudiante de Ingeniería Financiera) y Javier Camilo (Médico Veterinario) han podido salir adelante y aportar su granito de arena para ayudar a su padre, no solo en aspectos mediáticos como la radio y el periódico, sino también en aspectos emocionales para darle cada día ánimos a su padre.
Desde la noticia de la muerte del exalcalde de San Rafael, Edgar Eladio Giraldo (otro preso por la injusticia), el pánico de la familia Cadavid ha aumentado porque los años van pasando; y, según Mariela Toro, las condiciones físicas de él no son las mejores, pues medicina legal ha estado pidiendo que se autorice una hospitalización, ya que está sufriendo de depresión. “No voy a pedir que le den la libertad absoluta hasta que la corte suprema tenga la piedad de mirarlo, pero que dejen ir a Javier a la casa a recibir el tratamiento, que no lo dejen morir…”, manifiesta Mariela como lo que más espera por parte de las autoridades.
Tanto Mariela Toro como Patricia Ciro (esposa de Eladio Giraldo), luchaban juntas para ver a sus esposos libres; sin embargo, la muerte del exalcalde dejó a Mariela con un sinsabor y preocupación porque no quiere que le pase lo mismo a Javier Cadavid. La justicia no responde ante los llamados y las pruebas que han mostrado en el tribunal. Constantemente son noticias de esperanza, pero pasa el tiempo y todo sigue igual. Según Mariela, el único ente que le ha dado la mano para denunciar y demostrar la inocencia de su esposo han sido los medios de comunicación y ve una solución en estos, ya que han sido capaces de pronunciarse y expresar las problemáticas del País.
Por otra parte, el Juez de Penas y Medidas no contesta ni confronta la situación del empresario, pues Mariela Toro afirma que cuando va a hablar con él, se ha escondido hasta detrás de los escritorios para que no lo vea y poder evadir el tema.
A pesar de todo esto, la familia Cadavid Toro lleva su esperanza intacta y esperan algún día que se haga justicia a favor de Javier. Sin embargo, Mariela insiste que no entiende cómo el caso no ha avanzado luego de mostrar todas las pruebas en las audiencias y luego de que las FARC pidiera perdón en el tribunal. “Yo no culpo ni a la guerrilla, ni a los paramilitares ni a la población. Yo culpo directamente al Estado por la situación que vive mi familia; un Estado inoperante. Después de que ya tienen todas las pruebas en la mano, ¿qué hay que hacer? ¿por qué permiten que las personas mueran lentamente en la cárcel cuando tienen la posibilidad de resolver eso rápido?”, concluye la esposa de Cadavid esperando que en algún momento su esposo sea libre.