Joaquín López es un campesino nacido y criado en el municipio de Nariño, suroriente de Antioquia, de una familia de agricultores y ganaderos, quien vivió en carne propia la violencia, pues desde sus seis años le tocó convivir con la guerrilla de las Farc y por esa presencia insurgente, porque le quitaron su ganado y lo extorsionaban, a su padre le dio una depresión y falleció, y a renglón seguido, por orden de uno de los comandantes insurgentes, el resto de la familia tuvo que abandonar la finca El Líbano cuando apenas tenía siete años.
Cuenta que desde su finca se organizaron las incursiones al municipio de Nariño y al corregimiento de Arboledas, en el Departamento de Caldas. Son muchos los recuerdos de Joaquín sobre esa época de violencia y desplazamiento forzado y por eso agradece a Dios con todo su corazón que esa situación haya cambiado y que hoy la región sea un manto de paz, en donde se vive en total tranquilidad, volvieron los visitantes y ahora es un sector muy turístico en donde son muchas las personas que han llegado con ánimo de invertir y generar progreso.
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A lo anterior se suma la intervención de las vías de la zona y Joaquín se precia al afirmar que la carretera Nariño – Puente Linda, la más cercana a su casa, está en muy buen estado.
Con ese nuevo panorama pero sin olvidar lo que vivió, Joaquín le apuesta ahora a desarrollar la zona como destino turístico, con énfasis en el turismo ambiental y ecológico, al de avistamiento de aves, para que todos puedan conocer la riqueza hídrica de la región, su flora y fauna y los termales.
De vuelta en su finca El Líbano, Joaquín y su familia piensan en el desarrollo de los termales que hay en su propiedad, los cuales pocas personas conocieron por culpa de la guerra. “Desde niño mi padre me dejó como herencia el emprendimiento y aquí estoy emprendiendo este proyecto de los Termales de El Líbano para sacarlo adelante y ofrecer mejores condiciones a la familia”, afirma orgulloso este joven campesino.
Los Termales
Para ir consolidando la idea, presentaron a la Gobernación una propuesta para que se pavimentara en placa huella la carretera a la vereda Santa Rosa, en donde está la Finca El Líbano y obtuvieron respuesta positiva y el Departamento les aportó 30 millones de pesos para materiales y la comunidad está ejecutando la obra, para abrir al mundo una zona hermosa que bordea el Río Samaná y donde se encuentran los termales. “Allá hay una riqueza inmensa, hay aguas termales, hay nacimientos de agua salada que también son tibias y cristalinas. Son una riqueza natural y ambiental muy hermosa, además de la fauna y la flora que existe en el sector. Conservamos este lugar como una reserva natural”, dice Joaquín.
La familia de Joaquín no tiene la capacidad económica para desarrollar todo el proyecto, pues es necesario construir una vía hasta la propia finca de dos kilómetros más 200 metros, además de la infraestructura que se requiere para poder atender a los visitantes, pero buscan alternativas para que este proyecto sea una realidad para que Colombia y el mundo lo conozcan y por ello esperan, como una alternativa, la reparación por parte del Estado por pérdida de sus bienes y por el desplazamiento forzado del que fueron víctimas.
Joaquín tiene claro su proyecto y por eso espera la vinculación del Estado, porque allí se abrirán más oportunidades de desarrollo para la región, empleo para jóvenes que como él, quieren salir adelante, para que el campesino no salga de su terruño, que puedan emprender proyectos y empresas en el campo.
A pesar de las dificultades, Joaquín es optimista y cree que la recuperación de la Vía del Renacimiento entre Antioquia y Caldas, ahora sí será una realidad, como lo han reclamado los pobladores de esta región que fueron víctimas de la violencia y así compensar en algo el dolor que les causó la guerra. Para este campesino, la pavimentación de esa carretera es una verdadera reivindicación, pues será más fácil sacar sus productos a los centros de comercialización, se incrementará el turismo y se convertirá en un territorio ambientalmente sostenible.
Por eso, el mensaje de Joaquín para los gobernantes es que “recuerden que aún existen víctimas, que aún estamos abandonados, porque la guerrilla se fue pero no hemos tenido el acompañamiento del Estado, que nos acompañen a nosotros los campesinos, a los jóvenes que tenemos estos proyectos de emprendimiento para que el campo siga adelante y siga habiendo paz en este territorio colombiano”.