Desde este martes 16 de noviembre se empezó a regir en el país la obligación de presentar el certificado de vacunación para los mayores de 18 años que quieran asistir a eventos presenciales.
La medida contempla que se debe presentar el documento en el que se evidencie, como mínimo, el inicio del esquema de inmunización, para el ingreso a eventos de carácter público o privado que impliquen asistencia masiva, así como a bares, gastrobares, cines, discotecas, lugares de baile, conciertos, casinos, bingos y actividades de ocio, así como escenarios deportivos, iglesias, parques de diversiones y temáticos, museos y ferias.
Hablan los expertos
Juan Camilo Pardo, analista de investigaciones económicas de Corficolombiana consideró que en términos económicos, su impacto puede ser positivo dado que tener una mayor proporción de la población vacunada reduce la propagación del virus. “Esto, naturalmente, podría empujar la demanda laboral en servicios de alto contacto y la tasa de participación global en el mercado de trabajo”, comentó.
Además, señaló que esto puede aportar a la confianza del consumidor a la hora de transitar lugares públicos, debido a que percibe un menor riesgo de contagio. Esto implicaría mayores niveles de gasto y, por ende, encadenamientos productivos que podrán favorecer otros sectores de la economía.
En general, el avance de la vacunación se ha visto directamente relacionado con la recuperación de la economía, pero la restricción podría tener efectos ambiguos en la reactivación de algunos sectores.