Gracias a esta iniciativa, que involucra a la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación, se ha logrado proteger unas 112 mil plántulas de mangle, clave para la mitigación del cambio climático, la estabilidad costera y la biodiversidad.
El proyecto incluye capacitaciones para pescadores sobre la importancia ecológica y económica de los manglares, rescate de semillas para su regeneración natural, creación de viveros y siembras estratégicas que aseguran la recuperación de estas áreas protegidas.
“El trabajo comunitario permite integrar a los pescadores de la zona en torno a la recuperación y restauración de estos ecosistemas estratégicos para la región”, explicó Gustavo Cano, responsable de Restauración de Masbosques, al destacar la colaboración con la Asociación de Pescadores de La Playa.
Esta alianza no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fortalece el desarrollo sostenible en la región, generando un impacto positivo en la vida de las familias vinculadas a la actividad pesquera.