Desde el 1 de enero, los colombianos enfrentan un nuevo incremento en las tarifas de los peajes, y el Túnel de Oriente, que conecta Medellín con el Aeropuerto Internacional José María Córdova, no es la excepción. Actualmente, su tarifa de $23.800 lo posiciona como el segundo más costoso del país, pero el panorama es aún más preocupante: a mediados de enero subirá a $25.000, y para abril alcanzará $25.927, según las proyecciones del Ministerio de Transporte.
Este peaje, vital para los habitantes y viajeros del Oriente Antioqueño, solo es superado por el peaje Aburrá, ubicado en el Túnel de Occidente, que ya cuesta $29.200 y llegará a $31.828 en abril. Otro de los más costosos es Pipiral, en la vía Bogotá – Villavicencio, con una tarifa proyectada de $27.358 para el mismo mes.
El sistema vial colombiano depende en gran medida de estos recaudos, que superan los $4,4 billones anuales y se destinan a proyectos de infraestructura, mantenimiento de vías y seguridad vial. Sin embargo, los ciudadanos cuestionan si el costo creciente de los peajes realmente se traduce en mejoras significativas para la red vial.
Un 2025 con más incrementos en camino
El aumento de tarifas para este año será escalonado:
1 de enero: Subida del 4,64 %, equivalente al 60 % de la inflación de 2023.
16 de enero: Ajuste adicional con el IPC estimado de 2024 (5,1 %).
1 de abril: Incremento del 3,71 % restante de la inflación de 2023.
Estos ajustes han generado inquietudes legales. La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) señaló que los incrementos más allá del 31 de diciembre de 2024 podrían estar en conflicto con normativas vigentes, lo que podría complicar aún más el panorama para el Gobierno Nacional.
Mientras tanto, los usuarios del Túnel de Oriente y otras vías principales del país seguirán enfrentando incrementos que, aunque buscan mantener las finanzas del sistema vial, pesan cada vez más en el presupuesto familiar y en el costo del transporte de bienes y servicios.