Este anuncio, en boca de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés), compuesta por más de 67.000 profesionales, ha sido repetitivo los últimos años. Esta práctica, todavía legal en varios países, afecta las relaciones de los pequeños.
El anuncio parece redundante, porque se ha dicho muchas veces. En esta ocasión, a través de un llamado público, la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) insiste en que el castigo corporal no sirve de nada. Por el contrario, dar nalgadas o golpes para disciplinar a los pequeños es dañino. Así lo consignaron en su último declaración política titulada, “Disciplina eficaz para criar niños sanos“.
Este manifiesto, que se apoya en evidencia científica, demuestra que los castigos corporales afectan el desarrollo normal del cerebro de los niños. Además, disciplinar por medio de la violencia solo aumenta la agresión en los menores y, a futuro, resulta un método inútil para enseñar virtudes como la responsabilidad o el autocontrol.
De ahí que los expertos, que suman más de 67.000 pediatras estadounidenses, sugieran que hay otras vías para enseñar qué está bien y qué está mal. Vías más seguras y eficaces. Esa recomendación fue difundida de manera oficial en la Conferencia y Exposición Nacional 2018 realizada hace una semana en Orlando, Florida.
De hecho, la AAP es enfática al decir que otros comportamientos como el castigo verbal, tales como avergonzar y humillar, son también asociados a daños en los menores. “Sin embargo, el castigo corporal sigue siendo legal en muchos estados, a pesar de la evidencia de que les causa daño a los niños, no solamente física y mentalmente sino en cómo se desempeñan en la escuela y cómo se relacionan con otros niños”, explicó en el portal healthychildren.org, Robert D. Sege, MD, PhD, antiguo miembro del Comité de Abuso Infantil de la AAP, y uno de los autores principales de la declaración de política.