Los temas en los que más fallan los candidatos son aquellas en donde se les pregunta sobre sus fortalezas, puesto que no ofrecen valores agregados y dan simplemente requerimientos mínimos de lo que se espera que respondan; por ejemplo, que son cumplidos o responsables, lo cual es bueno, pero siempre se esperan otro tipo de cualidades.
Patricia García, consultora organizacional de elempleo.com afirma que al preguntarle a un aspirante sobre el valor que lo identifica, “no se nombra nunca la lealtad o la austeridad, lo cual es algo muy importantes si hablamos desde un punto de vista económico. Podría también mencionarse el sentido de compromiso con la compañía, teniendo en cuenta los objetivos que tiene ésta”.
Muchas veces al indagar sobre factores que diferencian a un candidato de otro, “algunas personas contestan de manera relajada, de acuerdo a la experiencia, pero no hay una profundización interesante en sus capacidades que a uno, como empleador, le permita tomar la mejor decisión con respecto a otros aspirantes a un cargo”.
El hablar de motivación en una entrevista laboral es algo que también permite al empleador tomar una determinación que aporte valor a la compañía. En este punto García menciona que “el apoyo en la parte académica y familiar es válida para dar una respuesta a este interrogante, sin exagerar o inventar metas a largo plazo que ni siquiera estén planeadas”.
Como un aspecto importante está el conocimiento de la compañía a la que se aspira ingresar, puesto que “el no saber en dónde se postula la hoja de vida, hace que no haya un foco laboral, que a la larga genera vacilaciones y divagación en las respuestas, algo que puede tomarse como falta de claridad en objetivos personales y profesionales del candidato”.
Retomando el punto de las fortalezas y los cuestionamientos que surgen a partir de este tema, “hay quienes consideran que por llevar años en una o varias empresas, esto les garantiza la experiencia solicitada en una vacante, pero hoy en día hay que saber manejar habilidades blandas y no solo procesos. Se tienen en cuenta actitudes y lenguaje no verbal a la hora de responder una entrevista”.
Además, un consejo para los aspirantes, es procurar evitar las preguntas de control para buscar mayor honestidad; por ejemplo, cuando el entrevistador, para saber si hay alguna debilidad, pregunta si se puede llamar al jefe anterior o algún contacto que dé una respuesta imparcial.
Ya para terminar, Patricia menciona que otro tema en el que se suelen dar respuestas débiles, es en lo que compete al salario. “El tema salarial es muy sensible y generalmente se espera hasta la entrevista para hablar sobre ello, cuando muchas veces se solicita enviar aspiración salarial vía correo electrónico o en la misma hoja de vida. Sin embargo, las personas estiman su remuneración con base en su salario actual o anterior y el sector en el que trabajan, lo que muchas veces ocasiona incomodidad en el entrevistador y candidato, todo ello a causa de la desinformación. Por ello hay que indagar sobre el cargo y ser propositivo para así llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes”.
Fuente: El Tiempo