Por Jean Carlos Severiche
El departamento de Antioquia ocupa el primer puesto en un amento en cifras de enfermedades mentales y suicidios. Con estas alarmas encendidas, las administraciones municipales apuestan por desarrollar más proyectos y estrategias que inviten a la ciudadanía a hablar de salud mental y prevención contra el suicidio, combatiendo así el mito de que hablar de suicidio es incentivar a más de estos sucesos.
De los 2.595 casos que se presentaron en el país durante 2021, Antioquia aportó cerca del 15 % de estos y de los cuales 554 son del oriente antiqueño, siendo la segunda subregión con mayor número de casos. “Estos son números importantes, sin embargo, el departamento es consciente de que existe un subregistro ligado a todos los estigmas relacionados con esta problemática”, asegura Lina María Bustamante, secretaria de Salud de Antioquia.
Para el año 2019, la Organización Mundial de la Salud reportó que la depresión es una de las principales causas de discapacidad, afectando 264’000.000 de personas en todo el mundo, y cuyos trastornos se evidencian antes de los 14 años. Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas, siendo esta la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
En Antioquia, de acuerdo con la información del Sistema Integral de Información de la Protección Social -SISPRO, se encuentra que, el número de personas fallecidas por trastornos mentales y del comportamiento, ha ido en ascenso, pasando de 14 muertes en el año 2005, 201 en 2019, a 365 muertes en el 2021; situación que puede preverse teniendo en cuenta los niveles de violencia que ha vivido el departamento.
Según datos arrojados por SISPRO, en los quince años evaluados se han notificados 835 fallecidos, de los cuales 47% (391) son hombres y 53% son mujeres (444). Según Instituto de Medicina Legal de Medellín, esa diferencia entre géneros puede deberse, a que la mujer consulta con mayor frecuencia y por ende puede tener un diagnóstico previo al fallecimiento, el cual facilita la concordancia en el certificado de defunción.
A pesar de que en el departamento se han desplegado diferentes estrategias del proyecto de Salud para el Alma, Salud Mental y Convivencia Social Antioquia, aun se notifica un número considerable de intentos de suicidio.
¿Cómo vamos en el oriente?
El municipio de Rionegro se destaca como uno de los municipios del oriente antioqueño con mayor número de programas de salud mental y prevención al comportamiento suicida. En el municipio se logran identificar proyectos como el Susurradero, ubicado en la Casa Provincial, el cual busca escuchar y brindar un ambiente tranquilo y de confianza para que los ciudadanos puedan expresar sus emociones. También, las empresas de Rionegro que quieran desarrollar iniciativas en pro de la salud mental de sus empleados pueden participar del Programa de Salud Mental y Bienestar Social del Consultorio de Desarrollo Empresarial entre otros.
Con Salud Para El Alma se han facilitado varios diplomados virtuales disponibles para todos los antioqueños, entre ellos se puede encontrar el Programa de acción mundial para superar las brechas en salud mental (mhGAP); Tutores de resiliencia; diplomado virtual para promotores y promotoras de salud mental territorial; promoción de la salud mental e involucramiento parental o el arte de comprometerse.
En el municipio de Guarne, en acompañamiento de la Alcaldía municipal y la Secretaría de Salud se desarrolló la Caravana por la Vida, actividad que tenía como objetivo promover la importancia de la salud mental y compartir líneas de ayuda para quienes tuvieran intenciones suicidas.
En el municipio de Sonsón se siguen haciendo capacitaciones entre la ciudadanía, empleados del sector salud y educadores del municipio en el fortalecimiento de salud mental e identificación de rutas disponibles para personas con una condición suicida.
En Marinilla también se vienen dando capacitaciones enfocadas en la prevención del suicidio, la cual busca generar herramientas para la detección de factores de riesgo, abordaje de casos y socialización de la ruta de atención. Aunque ya existen programas que hacen frente a esta problemática, es mucho más lo que falta. En muchos municipios del oriente antioqueño aún no se cuenta con una ruta específica para hacer frente a los intentos de suicidio, y en materia de prevención, hace falta mucho trabajo.
Según Alejandro Arteaga Gil, psicólogo y psicoterapia, esta carencia puede estar relacionada con la política de salud mental como la que tenemos en Colombia. Esta no es una problemática solamente de la región, sino a nivel Colombia. Realmente si nosotros fuéramos a ver el ideal de una política de salud que contemple la salud mental desde la prevención, de salud mental nos hablarían desde el colegio: nos enseñarían sobre cómo manejar nuestras emociones, a encontrar formas alternativas y más sanas de abordar los conflictos. Entonces desde el punto de vista de educación aún nos falta mucha preparación para hacer de la salud mental una política de salud eficaz e inclusiva. Ahora, si lo vemos desde la perspectiva de salud pública, estos esfuerzos no son suficientes porque todavía el acceso a salud mental es un privilegio en un país en el que las EPS autorizan un número de citas supremamente limitado. ¿Qué hay acceso? Si hay acceso. ¿Qué si necesito los medicamentos hay acceso a medicamentos? Correcto. Pero el acceso realmente debería ser con una cobertura muchísimo más amplia. Y deberíamos entender que ese tipo de cobertura, de hecho, sale más barata para el sistema que tener que intervenir la enfermedad mental cuando ya hay una patología, que es lo que estamos viendo hoy en día.
Mientras se avanzan en estos esfuerzos, el departamento cuenta con una línea de atención en salud mental 018000413838, habilitada durante las 24 horas para atender estos casos.