El proyecto de creación del Área Metropolitana del Valle de San Nicolás, que integraría ocho municipios del Oriente Antioqueño y será sometido a consulta popular el próximo 9 de noviembre de 2025, ha encendido tanto entusiasmo como recelo en la región, mostrando la pluralidad y la intensidad del debate ciudadano.
Por un lado, el respaldo institucional destaca y se estructura con fuerza. La Gobernación de Antioquia, mediante el Departamento Administrativo de Planeación, ha impulsado la iniciativa como un paso necesario para fortalecer la gobernanza regional y ofrecer respuestas integradas al crecimiento acelerado del territorio . El Senado de la República, a través de la Comisión de Ordenamiento Territorial, otorgó un concepto favorable al proyecto, abriendo paso a la consulta popular. También la Asociación Colombiana de Ciudades Intermedias (Asointermedias) ha participado activamente en el “Encuentro Nacional de Áreas Metropolitanas” en Rionegro, presentando experiencias “exitosas” de otras regiones y exhortando a una ciudadanía informada, aunque al final la poco promoción del encuentro tuvo una asistencia limitada, prácticamente con los actores instalados en la orilla del “Sí” al Area Metropolitana.
La Asociación de Municipios del Altiplano (Masora) ha reiterado su respaldo al “Sí”. Fabio Ríos Urrea, su director ejecutivo, ha destacado que el Área Metropolitana no compite con las figuras asociativas existentes (como provincias o asociaciones de municipio) sino que las complementa, sumando capacidad de articulación entre actores públicos y privados.
Sin embargo, el pulso por el “no” también se siente vigoroso. En clave ciudadana y política, se percibe una fuerte resistencia. Varios comités ciudadanos en municipios como Guarne, La Ceja, El Carmen de Viboral y El Santuario han denunciado que esta iniciativa representa una imposición que prioriza intereses económicos y amenaza la identidad local, la soberanía municipal y el desarrollo controlado.
“La creación del Área Metropolitana del Oriente ha encendido una chispa de inconformidad… representa un claro mensaje de resistencia frente a lo que muchos consideran una imposición que prioriza intereses económicos sobre el bienestar de las comunidades locales.” (Orientese)
Ese malestar se profundiza con denuncias de falta de consulta: en algunos casos, alcaldes firmaron su adhesión sin informar ni debatir directamente con la ciudadanía, lo cual ha sido percibido como una traición a la confianza electoral.
En total, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), 39 organizaciones ciudadanas han sido inscritas para promover el “sí”, mientras que 15 grupos promoverán el “no”. Estas organizaciones representan diversas sensibilidades locales y serán protagonistas activos en la campaña rumbo a las urnas .
El debate sobre la creación del Área Metropolitana del Oriente Antioqueño enfrenta a dos campos bien definidos: por un lado, entidades públicas y técnicas que ven en esta figura una oportunidad para coordinar el crecimiento urbano, planificar en conjunto y potenciar el desarrollo socioeconómico. Por el otro, comunidades organizadas, movimientos ciudadanos y sectores críticos que cuestionan la legitimidad del proceso, denuncian falta de información y temen la pérdida de autonomía y control local.
La consulta del 9 de noviembre será, finalmente, la instancia donde las voces se escuchen con claridad. La región necesita urgentemente un debate informado, participativo y respetuoso. Solo así se podrá construir un camino que refleje tanto la voluntad institucional como la legitimidad y la soberanía comunitaria.