El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 a.m. en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. Tenía 88 años y deja atrás un papado de más de 12 años, marcado por la cercanía con los más vulnerables, su impulso reformista y su papel inédito como primer papa latinoamericano y jesuita, además de ser el primero en convivir con un papa emérito, Benedicto XVI.
El anuncio oficial fue hecho por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, horas después de que el papa ofreciera, ya visiblemente frágil, su última bendición ‘urbi et orbi’ durante el Domingo de Resurrección. Su muerte ha generado una profunda conmoción mundial y activa ahora el protocolo del cónclave: 135 cardenales menores de 80 años —la mayoría nombrados por Francisco— elegirán a su sucesor en la Capilla Sixtina. Se espera una elección diversa, global e impredecible, con voces que apuestan por una línea de continuidad con su legado.
Reacciones globales
Gobiernos, líderes religiosos, organismos multilaterales y figuras sociales de todo el mundo han expresado sus condolencias y homenajes. El rey Felipe VI lo describió como un “testimonio de amor al prójimo y la amistad social”, mientras que el presidente argentino Javier Milei, pese a sus desencuentros pasados con el pontífice, afirmó que fue “un honor conocerle”. Emmanuel Macron, presidente de Francia, lo recordó como alguien que “durante todo su pontificado estuvo al lado de los más vulnerables y luchó por una humanidad fraternal”.
Desde Italia, la primera ministra Giorgia Meloni aseguró que Francisco “pidió al mundo, una vez más, el coraje de un cambio de rumbo”. JD Vance, vicepresidente de EE. UU. y uno de los últimos altos cargos en reunirse con él, expresó: “Me alegré de verlo ayer, aunque estaba muy enfermo. Siempre lo recordaré por la homilía que dio en los primeros días del covid. Fue realmente hermosa”.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, destacó su “dedicación a la paz y la compasión, que fue una inspiración para millones”, mientras que el primer ministro indio Narendra Modi afirmó que “siempre será recordado como un ejemplo de compasión, humildad y valentía espiritual”.
La comunidad judía española también expresó su pesar. La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) subrayó que Francisco “en innumerables ocasiones mostró su humildad, cercanía y calidez”, y destacó que, apenas un día antes de su muerte, condenó públicamente el antisemitismo. Por su parte, Irán ofreció condolencias “a todos los cristianos y seguidores de las religiones divinas”, deseando paz para su alma.
Incluso desde zonas en conflicto se alzaron homenajes. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, lo calificó como “un faro de esperanza”, y el grupo palestino Hamás lo reconoció como “un defensor de los derechos del pueblo palestino”.
Luto mundial y legado
Argentina ha decretado siete días de duelo nacional. España y la Comunidad de Madrid anunciaron tres días de luto oficial. Mientras tanto, el Jubileo católico, previsto para este año, continuará como estaba programado, pero se ha suspendido temporalmente la canonización de Carlo Acutis por respeto al duelo.
El papa será velado esta noche a las 21:00 (hora local) en la capilla de su residencia, tal como él mismo lo dispuso. Se espera que millones de fieles se acerquen al Vaticano en los próximos días para despedirse.
Francisco será recordado por su defensa incansable de la justicia social, su compromiso con los pobres, los derechos humanos, la paz mundial, el cuidado del medio ambiente y el diálogo interreligioso. Fue también el primer papa en recibir a una persona trans, Diego Neria Lejárraga, quien afirmó: “Me salvó la vida espiritualmente”.
Con su partida, el mundo no solo pierde a un líder religioso, sino a un símbolo de humildad, inclusión y esperanza. Se cierra un capítulo y comienza la transición hacia una nueva etapa en la historia de la Iglesia Católica.