Nicolás Gómez: el embalador carmelitano que triunfa en Europa

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Por: María Alejandra Vargas Giraldo  Comunicación Social UCO, 
vargasgiraldomariaalejandra@gmail.com

En el 2014 conocí a Nicolás Gómez, un carmelitano apasionado por el deporte y enamorado de todo lo que tuviera dos ruedas. Recuerdo su primera carrera en El Retiro. Iba acompañado por un personaje muy conocido en El Carmen de Viboral el cual tenía como apodo Polvo. Este era un amigo de su mamá y lo convenció para que compitiera por pura casualidad.

––Eran las 7:00 a.m. aproximadamente. Yo estaba en El Carmen de Viboral, en mi casa, acostado. Llega “Polvo” a saludar a mi mamá y ve la bicicleta de ruta que había comprado, era una Lumen Gw de color negro y amarillo. Se emocionó tanto al verla que me dice: “vístase rápido para ir a ver una carrera de ciclismo a El Retiro”. Yo de una salí y cuando llegamos me presento a David Vargas, también me dijo que corriera ese día y yo acepté. Sentí demasiada adrenalina y me gustó esa sensación.

Ocho años después, en medio de la lluvia, en un restaurante llamado Candilejas cerca de su hogar, Nicolás me cuenta qué ha pasado con su vida en todo este tiempo.

–– Después de competir en El Retiro no gané, pero me gustó. De ahí conocí a David Vargas y comencé a entrenar yincanas (es un juego de competición en equipo en el que los participantes deben superar una serie de pruebas que pueden ser de ingenio, habilidad, físicas o deportivas a lo largo de un recorrido). Estas han sido muy importantes para mí. Lo disfrutaba mucho porque eran pruebas de habilidad en la bicicleta, y en toda mi carrera me he destacado por tener mucha habilidad sobre la ella.

Nicolás entra al quipo Avinal GW El Carmen de Viboral en el 2018, un proyecto social del municipio donde se apoya a diversos jóvenes a incursionar en el mundo deportivo y abrir las puertas a una nueva visión del ciclismo.

Al pasar del tiempo, en cada entrenamiento y en cada carrera se iba destacando como un deportista veloz. Ya comenzaba a salir a la luz por dónde iba a enfocar sus habilidades y para qué era más bueno. Gómez se convertiría en uno de los jóvenes sprinters más importantes de Colombia. Sus entrenadores veían viable su partida a Europa, por lo que en Colombia no se cuenta con un calendario para ciclistas con las características que él mostraba.

Como era de esperarse, su primera partida al exterior fue realizar una pasantía a Navalcarnero, un lugar ubicado en Madrid, España, con el equipo Plataforma Central Iberum en el 2018.

––Fue muy bonito vivir esta experiencia. Me acogieron muy bien. Conocí muchas personas y lugares nuevos. Era un calendario muy completo, había muchas carreras y seguía destacándome en los finales masivos. Los europeos creían que era escalador por lo que soy colombiano.

Luego de conseguir varias victorias en Madrid, Gómez regresa a Colombia y reafirmar que el ciclismo era su proyecto de vida. Pero en su país ser velocista no era una buena opción. David Vargas, su entrenador y uno de los mejores formadores del país, reitera:

––Por eso yo dejé el ciclismo. No hay oportunidades. El talento está, pero las carreras no apoyan el desarrollo. Aquí no hay carreras para velocistas y la pista no tiene un cronograma de actividades, unas válidas, un campeonato serio. La vida de un pistero se resume al aporte que le dé un ente territorial por unas medallas. Aquí no hay muchas formas para crecer.

Nicolás me cuenta qué significa David Vargas, “el Enano” para él.

––Tengo mucho por agradecerle a Nano. Desde el inicio ha estado conmigo, apoyándome, aconsejándome, y siempre me impulsa a ser una mejor persona profesional y personal. Él conoce toda mi trayectoria y me abrió las puertas en el Club de El Carmen de Viboral cuando yo no imaginaba que iba a convertirse en mi profesión. Siempre se alegra por mis triunfos y desde la distancia está ahí ayudándome en todo.

Así que decidieron terminar su año como juvenil en Colombia en 2018 y finalizar el calendario en el equipo Avinal GW, correr la vuelta del Porvenir y algunas otras carreras para comenzar una búsqueda a nuevas experiencias fuera del país. Por medio de Joxean Fernández “Matxin”, director del UAE Emirates, encontraron un equipo llamado Team Colpack donde estaban buscando un ciclista con las cualidades de Nicolás Gómez. En febrero del 2019 parte a Italia con miles de sueños y expectativas para su carrera, además con emoción de comenzar a vivir una nueva vida y nostalgia por estar fuera de su hogar.

Travesía por Italia

––Cuando llegué a Italia fue un cambio muy grande en mi vida. Me frustraba por el idioma, porque no entendía nada. Estaba lejos de mi casa, de mi familia, amigos y además cambié de categoría a sub23. El ciclismo se comenzaba a tornar mucho más pesado. Recuerdo un momento en el que me encontraba en la ducha llorando porque creía que no sería capaz de sobrellevar esta vida y poder tener el rendimiento que se necesitaba para estar ahí.

En ese preciso momento lo miré, tenía una sonrisa que le hacía formar en sus mejillas dos huequitos, además sus ojos cafés oscuro iluminaban su rostro. Transmitía muchas sensaciones. Se sentía orgulloso y feliz de lo que estaba contando. La resiliencia que mantuvo en los momentos que no creía que podía más. La confianza que sobrellevó hasta el final, el apoyo que se dio a sí mismo para luchar en un país donde estaba solo y enfrentándose a una cultura donde no pertenecía.

––A los tres meses aprendí a hablar italiano, quizás por la necesidad. Ahora entendía las reuniones, a mis compañeros y comencé a relacionarme más.

Su meta es regresar a Italia otro año más y dedicar diez años al ciclismo

––Quiero volver a el Tour de L´Avenir y ganar una etapa. Sueño con ser campeón de ruta, ganarme la camiseta verde del Tour de Francia y alcanzar muchas victorias. En mi vida personal quiero conformar una familia, tener cinco hijos y vivir en una finca con muchos animales y varias motos.

En sus tiempos libres le gusta cocinar, armar legos, y ver series. Cuando llega a Colombia le gusta divertirse por medio de la ebanistería y soldadura. Pasar tiempo con sus amigos y su familia. Cuando era muy pequeño quería ser cirujano plástico y ahora le gusta leer libros que tengan que ver con medicina.

El embalaje final

Luego de que lloviera muy fuerte, salen unos rayos de sol apuntando a nuestra mesa. Me dice que uno no debe rendirse ante los obstáculos que se nos presente en la vida. Que los malos momentos son los mejores maestros y la soledad es la pausa que se debe contemplar para replantear y afirmar la vida que queramos llevar y trabajar por los sueños que queremos cumplir. Inconscientemente se llega al lugar indicado. La vida es monótona la mayoría de veces, pero se disfruta de las relaciones sociales. Gómez se llena de alegría al ver el proceso de las personas de su entorno, de sus amigos, de sus colegas y de él.

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