En el Foro “Desafíos y Reflexiones en torno a los Derechos Humanos de los Migrantes y Refugiados Venezolanos en Colombia”, se abordaron diversos aspectos críticos relacionados con la crisis migratoria que enfrenta el país, particularmente en la subregión del Oriente antioqueño. Uno de los temas destacados fue la estigmatización y xenofobia que sufren los migrantes, lo que afecta su salud mental y bienestar general. Esta discriminación, junto con las dificultades económicas, crea un entorno hostil que dificulta su integración en la sociedad colombiana.

La integración laboral es otro reto significativo. A pesar de que muchos migrantes venezolanos son altamente calificados, se enfrentan a la dificultad de encontrar empleos acordes a sus habilidades y experiencia. Esto, a menudo, los empuja a la informalidad laboral, limitando su acceso a la seguridad social y a una vida digna.

Jorge Luis Restrepo Gómez, Personero Municipal de Rionegro, subrayó que la crisis migratoria no es solo un asunto nacional, sino un desafío transnacional que afecta a varios países de América Latina. Además, en el foro se destacó que Antioquia es el segundo departamento con mayor densidad poblacional de migrantes venezolanos, y alertó que, según estudios, se estima que una nueva ola migratoria podría traer hasta 5 millones más de personas al país.

Restrepo también resaltó la necesidad de fortalecer las políticas públicas para garantizar los derechos humanos de los migrantes y refugiados venezolanos. En Rionegro, por ejemplo, se estima que residen alrededor de 20,000 migrantes, aunque esta cifra podría ser mayor debido a la falta de una caracterización adecuada. “Si no fortalecemos nuestras herramientas, no podremos ser igualmente eficientes en la atención a los derechos humanos”, advirtió.

Iraida Marelice Salazar Castillo, presidenta de la Fundación Nakama’s, elogió el papel crucial de la personería municipal en garantizar el acceso a derechos fundamentales, especialmente para aquellos migrantes que aún no han regularizado su estatus. “Aunque la crisis humanitaria ha limitado nuestras herramientas migratorias, la personería ha sido esencial para asegurar el acceso a derechos”, comentó. Salazar también alertó sobre la insuficiencia de oportunidades laborales para la población migrante, lo que ha llevado a un bajo nivel de afiliación al régimen contributivo y ha dificultado su plena integración en el sistema laboral formal.

El foro concluyó con un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales, nacionales e internacionales para implementar medidas concretas y coordinadas que enfrenten de manera integral la creciente ola migratoria. Además de asegurar los derechos humanos de los migrantes y refugiados venezolanos, se subrayó la importancia de combatir la estigmatización y la xenofobia, así como de promover una verdadera integración laboral para garantizar su bienestar y salud mental en Colombia.

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