Hace algunos días llegamos al Municipio de El Peñol para escuchar la socialización del polémico proyecto de esculturas que, supuestamente, iba a hacer el cuestionado alcalde José Cirilo Henao a la comunidad y fuimos informados, por parte de un Concejal, que la reunión había sido cancelada porque, pocos minutos antes, habían asesinado a un funcionario del vivero municipal por parte de sicarios.
Situación recurrente en un Municipio que ha posado de tranquilo y donde sus gentes, la mayoría campesinos honestos y trabajadores, padecieron la inundación de su municipio para darle paso al desarrollo que trajo consigo el horror del conflicto armado del cual existen no muy gratos recuerdos.
Me pregunto, con mucha preocupación, qué está sucediendo en el municipio de El Peñol en los últimos años: Varios laboratorios de procesamiento de cocaína encontrados, por los menos catorce en los últimos dos años, sin que haya presentado ninguna captura. Muchos asesinatos, al parecer de limpieza social, sin que sean resueltos por las autoridades competentes y la captura, más por la acción de la inteligencia de autoridades externas, que las del propio municipio, de varios jefes de estructuras criminales, como Carlos “Chata” o “Tom”, nos muestran un posible “paraíso ilícito” poco común en los municipios del Oriente Antioqueño.
Un amigo que tiene una finca de recreo y que prefiere que no mencione su nombre, me dijo la semana pasada: “Ya me da miedo ir a El Peñol, uno va prevenido que algo malo va a suceder”.
Sumado a esto, un Alcalde judicializado y con ocho noticias criminales por posibles hechos penales, disciplinarios y fiscales nos muestra un panorama bastante oscuro en este bello municipio del Oriente Antioqueño.
A propósito del juicio que se adelanta al alcalde, José Cirilo Henao, a su secretaria Martha Lucia Zuluaga Usme y a una contratista, por los posibles delitos de “Peculado por apropiación, contratación sin el lleno de los requisitos legales, falsedad ideológica, entre otros, el juicio continúa y, muy seguramente, a finales de este mes o principios de noviembre, tendremos un fallo definitivo.
Algún exalcalde me manifestó que: “De los alcaldes malos del Oriente Antioqueño que conozco, este pasó de largo, este es campeón”.
Algo muy grave está pasando y son las autoridades competentes las que deben investigarlo a la mayor brevedad, porque tal y como están las cosas, este municipio se le está saliendo de las manos a las autoridades y a la política del actual Gobierno de: “Quién la hace la paga”.
Sin embargo, no todo es oscuro, para fortuna una nueva ciudadanía empieza a emerger como el mismo municipio que tiene como símbolo el Ave Fénix, que emergió de la inundación del mega proyecto hidroeléctrico Peñol-Guatapé para ser un símbolo vivo de resiliencia. La comunidad paró un proyecto que irrespetó a las víctimas y a las zonas verdes del municipio y que, según la misma comunidad, no puede ser prioridad en un municipio con tantas angustias sociales.
Esperemos que sea esa misma ciudadanía la que se organice para que este tipo de desmanes y de gobernantes nunca más vuelvan a suceder en el municipio de El Peñol y que su ejemplo permita a las comunidades de otros municipios derrotar, en las próximas elecciones, una clase politiquería que poco o nada le interesa el desarrollo colectivo.