Este 29 de diciembre se cumple un mes desde que el volcán Puracé, ubicado en cercanías de Popayán, Cauca, fue declarado en alerta naranja debido al incremento de su actividad volcánica. Durante este periodo, se han registrado emisiones constantes de gases, ceniza y sismos asociados al movimiento de fluidos al interior del edificio volcánico.

De acuerdo con el más reciente informe del Servicio Geológico Colombiano (SGC), emitido el 27 de diciembre, continúan las señales de inestabilidad, por lo que se mantiene la recomendación de no acercarse al cráter ni a sus zonas aledañas. Las autoridades explicaron que, aunque la actividad puede presentar fluctuaciones temporales, esto no significa que el volcán haya retornado a un estado estable.

“El descenso momentáneo en algunos parámetros no implica un cambio definitivo en el nivel de alerta. Para considerar el paso a alerta amarilla se requiere un periodo prolongado de evaluación que permita identificar tendencias claras de estabilidad”, señaló el SGC.

El monitoreo ha evidenciado sismos tipo largo periodo (LP), pulsos de tremor (TR) y tremor continuo, localizados a menos de un kilómetro de profundidad bajo el cráter. Dos de estos eventos sísmicos estuvieron asociados a emisiones de ceniza, lo que obligó a emitir alertas a la Aeronáutica Civil.

Las columnas de gases y ceniza han alcanzado alturas entre 200 y 600 metros sobre la cima del volcán, con dispersión predominante hacia los sectores noroccidental y suroccidental. Asimismo, se continúa detectando emisión de dióxido de azufre (SO₂) hacia la atmósfera y temperaturas elevadas en la zona del cráter, posiblemente relacionadas con la salida de gases calientes desde el interior del volcán.

Las autoridades reiteraron el llamado a la población y a los visitantes a acatar las restricciones y mantenerse informados a través de los canales oficiales.

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