UNA LUZ PARA EL TÚNEL DE ORIENTE
CON LA APROBACIÓN DE LA MODIFICACIÓN DE LICENCIA AMBIENTAL, CORNARE DESATA EL NUDO QUE TENÍA PARALIZADO EL PROYECTO DESDE EL 2012
El polémico proyecto del Túnel de Oriente, que se había paralizado desde hace dos años por solicitud de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, continuó su ejecución a partir de este 19 de marzo, ante la resolución 112-0874 del 14 de este mes, emitida por la Corporación Autónoma Regional de la Cuenca de los Ríos Nare y Negro, CORNARE.
La novedad fue anunciada directamente por el secretario departamental de infraestructura, Mauricio Valencia, quien recordó que ese proyecto es sólo una de las cuatro fases de la Concesión Vial Aburrá- Oriente, redefinida desde el año 2004 por el entonces gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa (actualmente alcalde de Medellín), y cuyas otras fases son la doble calzada Los Balsos-Sancho Paisa, en la vía a las Palmas; la doble calzada Chuscalito-Los Balsos, y la implementación de la red vial del oriente cercano, que incluye la pavimentación de las vías El Retiro-La Ceja, Llano Grande-Canadá y El Santuario-El Carmen de Viboral, esta última aún sin iniciarse.
Recordó también el secretario que según el acta número 29 de modificación del proyecto, firmada en julio de 2011, se hizo el cierre financiero del Túnel, el cual ascendió a 835.000 millones de pesos, de los cuales el departamento deberá aportar $320.000 millones, discriminados en $140.000 millones por parte del IDEA, $60.000 millones en recursos ordinarios, y $120.000 millones en un derrame de valorización. Los restantes 515.000 millones de pesos correrán por cuenta del concesionario, de los cuales $306.000 millones corresponderán a créditos bancarios.
Por su parte el director general de CORNARE, Carlos Mario Zuluaga, sostuvo que el ente ambiental autónomo había otorgado la licencia desde el año 2002, con pleno conocimiento del Ministerio del Medio Ambiente, y que sin embargo casi once años después se suspendieron las obras del Túnel pero no así su licencia, que simplemente entró a ser modificada, de modo que sus elementos técnicos tengan concordancia con la ley 1782 del 2013, por medio de la cual se adoptan medidas para los proyectos de infraestructura de transporte y su impacto ambiental.
Javier Parra, subdirector ambiental del ente autónomo regional, ubicado en el municipio de El Santuario, destacó que en agosto del año 2013 la Gobernación, por intermedio del concesionario, entregó los respectivos estudios ambientales, independientes y muy objetivos, adelantados por un equipo interdisciplinario de treinta y dos personas, a partir de los cuales se aprobó la modificación de la licencia, con fundamento no sólo en el juicio ambiental, sino también considerando aspectos técnicos y sociales.
En cuanto al porqué del trámite de modificación, explicó Parra, que éste se debió a que era necesario hacer unos ajustes en el trazado y en la infraestructura, debido a que en la licencia del año 2002 estaba definido únicamente un tubo, cuando francamente se hacía necesario uno adicional de 780 metros, destinado a mantenimiento.
Agregó el subdirector ambiental que esta licencia modificada se ha presentado en concordancia con los estándares internacionales, que su metodología y procedimiento son totalmente nuevos, y que sus análisis tienen un alcance hidrológico, geotécnico, de vibraciones, de riesgos, de sismicidad, de impacto sobre los recursos naturales y sociales, entre otros. Dijo además que uno de los temas centrales tiene que ver con las infiltraciones hídricas, en consideración del nivel freático de la zona de influencia del proyecto. En este sentido, explicó, que “en ningún momento los umbrales de infiltración serán superiores a 16 ml por cada cien metros de excavación”, lo que significa 0,167 litros por segundo por cada cien metros de perforación.
Sobre este asunto en particular se manifestó el secretario de infraestructura, Mauricio Valencia, al asegurar que “si se sobrepasara ese grado de infiltración, que es el tema medular que impacta al proyecto, éste no se autorizaría en su licencia”, y garantizó que “con el desarrollo de la licencia actual no habrá perjuicio a la reserva natural ni al asentamiento civil de la zona”.
Para Luz María Correa, presidenta de la Junta Directiva de la Concesión Túnel-Aburrá-Oriente, este proyecto integral que se ha estudiado durante 47 años, pero que se adjudicó hace sólo diecisiete, ha tenido toda la firmeza, “debido a que la Concesión está integrada por cincuenta y cuatro (54) firmas antioqueñas del sector, que cuentan con toda la experiencia técnica y respaldo financiero en proyectos de esta envergadura”.
El componente financiero de la banca para el proyecto del Túnel lo lidera el grupo AVAL, en cabeza del Banco de Bogotá, y uno de sus directivos, el doctor Víctor Múnera, explica que “la participación del grupo bancario se hará a través del crédito sindicado, lo cual significa que por el tamaño del préstamo, éste se divide entre varios bancos”.
Dijo además el banquero que los recursos están disponibles desde el año 2011, que cuentan con su propio interventor para el proceso, y que están totalmente preparados para asumir proyectos de cuarta generación como el del Túnel de Oriente.
Por su parte Jaime Ramírez Ossa, gerente del proyecto, manifestó su agrado por la reactivación de esta empresa, y dijo estar muy preparados para asumir este reto de los antioqueños, “debido a la experiencia y al compromiso que hemos adquirido en obras de similar importancia en el país”.
Finalmente dijo el secretario de infraestructura de Antioquia, que el presupuesto del proyecto es el mismo del cierre financiero de 2011, con sólo una adición de 18 mil millones para la bolsa de riesgos ambientales, respaldado por el peaje de Las Palmas; que la licencia modificada hace alusión al mismo proyecto y en ningún caso a uno nuevo; que se propone la factibilidad de derrame de valorización, sin afectar a los estratos 1, 2 y 3 ni a los pequeños agricultores de la región, y que la Gobernación ha contratado el proyecto financiero incluyendo aportes de vigencias futuras.
Insinuó además el funcionario, que “por la conexión del Oriente Antioqueño con Medellín a través de esta obra, la capital del departamento debería también aportar por valorización”.
OPINAN LOS DIPUTADOS
El diputado Esteban Quintero, del partido de la U, y uno de los más estudiosos del proyecto Túnel de Oriente, ha realizado cuatro debates sobre el no cobro de valorización, como financiador de la megaobra. Reiteradamente, haciendo bloque con algunos de sus compañeros de corporación, ha manifestado al alcalde de Medellín que si bien la ciudad va a ser la grande beneficiada con la obra del Túnel, incluso por encima del altiplano del oriente cercano, debería ser su ente territorial el que aportara los ciento veinte mil millones de pesos (120.000 millones) que se pretenden recaudar mediante el derrame de valorización sobre los predios impactados a lo largo de la obra.
Defiende además el diputado, que los estratos excluidos del pago deben ser los 1, 2, 3, y 4, tal como ya se había hecho hace más de veinte años con la vía Las Palmas, y que se deben concentrar los esfuerzos para más bien, en un hecho de equidad, terminar las obras de la fase tres de la Concesión, que tiene que ver con la pavimentación de la red vial del oriente cercano, que incluye la carretera El Santuario-Carmen de Viboral.
Quintero Cardona apoya su idea de que Medellín ayude con la financiación, resaltando que si ya lo hizo con el Túnel de Occidente, porqué no hacerlo con el de Oriente, el cual tiene un mayor alcance en el desarrollo estratégico de la capital antioqueña.
Finalmente el joven diputado resaltó el liderazgo de CORNARE en su calidad técnica para asumir los retos que ha significado esta trascendental obra, y afirmó que las demandas y cambios hechos en materia ambiental alrededor del Túnel, han llevado a que hoy la obra retome su rumbo minimizando notoriamente los eventuales impactos negativos.
De otra parte, el también diputado de la actual Asamblea por Alianza Verde, Saul Antonio Úsuga, define que la obra del Túnel es muy importante pero no prioritaria, en consideración de que en el departamento hay necesidades más concretas en la misma infraestructura vial, con unas carreteras desvertebradas, que apenas hoy se están tratando de recuperar.
En concordancia con la posición de Quintero, Úsuga Giraldo también defiende la idea de que los estratos inferiores sean excentos del pago de valorización, asunto del que debería encargarse el alto gobierno, y ve con optimismo el hecho de que con esta licencia modificada finalmente puedan integrarse los valles de Aburrá y de San Nicolás, sin que se impacten negativamente los asentamientos urbanos y el medio ambiente de la zona del proyecto.
En cuanto a la plusvalía de los predios que reciben directamente las obras, el diputado manifestó que eventualmente podría haber un desplazamiento de campesinos que ya no tendrían cómo pagar el avalúo catastral de sus propias parcelas, las cuales terminarían cediendo a pobladores no campesinos.
Diputado Saul Úsuga, foto tomada de internet.
DEVIMED Y EL TÚNEL
Devimed S.A. es una sociedad colombiana que diseña, construye y opera, en contratación con el Instituto Nacional de Vías, la autopista Medellín-Bogotá, incluyendo obviamente el Valle de Rionegro. Las vías concesionadas corresponden a las rutas nacionales que conectan a Medellín con el Valle de Rionegro, La Fe, El Retiro, La ceja, La unión, Carmen de Viboral, Marinilla, El Santuario, y Guarne, formando la “Ruta Verde de la Gente Amable”.
Este concesionario, según Jhon Jairo Otálvaro, asistente de gerencia, actualmente le apunta a dos proyectos de mediano plazo en el oriente antioqueño, específicamente en la autopista, por un valor de $52.000 millones. El primero tiene que ver con la recuperación de siete tramos afectados por los duros inviernos anteriores entre el municipio de El Santuario y el sector La Mañosa, en la vía hacia San Luis. El segundo tiene que ver con trece obras de drenaje en el eje de los municipios del oriente cercano, con el fin de estabilizar esta importante vía nacional.
De acuerdo con Otálvaro Gallego, el 20 de este mes se iniciaron las obras pertinentes a la doble calzada derecha del tramo Marinilla-El Santuario, en una extensión de 9,5 kilómetros, que se espera esté terminada en unos quince meses.
Respecto del proyecto Túnel de Oriente, le dijo el funcionario a este periódico, que “es una lástima que la fase cuatro de ese megaproyecto esté desfinanciada al día de hoy, debido a que como la obra ha generado gastos, los recursos de la red vial LLanogrande-El Canadá y El Caemen de Viboral-El Santuario, han sido absorbidos específicamente por la obra del Túnel”.
Sostiene que opina al respecto dado que Devimed ha sido invitada por la Gobernación y por MASORA – Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño- para conformar la mesa de trabajo y concertación para esta importante subregión del departamento.
Dijo que la destinación inicial de recursos en 1997 para la fase cuatro del proyecto fue de alrededor de $50.000 millones, que en dinero de hoy equivaldría a unos $200.00 millones, los cuales estarían bajo la directa responsabilidad de la concesión, siendo ésta, en conjunto con la gobernación, las indicadas para dar una respuesta coherente a las poblaciones afectadas.
En tal sentido, manifestó Otálvaro, que considerando que ese concesionario recibe los peajes de Santa Elena y de la variante de Las Palmas, podría interpretarse que algunas comunidades del oriente antioqueño, eventualmente estarían pagando la obra del Túnel de manera anticipada.