Los medios de comunicación, desde la perspectiva de ecología de medios, están definidos como entornos que determinan sus propias reglas y llegan a definir en parte el comportamiento de la sociedad frente a estos. La ecología de medios según Carlos Scolari (2015) “puede sintetizarse en una idea básica: las tecnologías – en este caso, desde la escritura hasta los medios digitales – generan ambientes que afectan a los sujetos que las utilizan”. Es por esto que más allá de estudiar los medios como entes económicos o institucionales, se deben abordar desde su función social anclada a la manifestación de las formas de vivir y actuar de los sujetos que se encuentran.
Es por esto que en un territorio como el Oriente antioqueño se hace fundamental pensar la relación medios-territorio. La región cuenta con una gran variedad de medios, un número que supera los 100 medios, de todo tipo, para los 23 municipios que conforman la subregión; adicional que históricamente dichos medios han jugado un papel fundamental en procesos como los movimientos sociales, el conflicto armado y la organización social comunitaria.
Todo contenido expresado en el contexto de lo mediático construye sistemas de socialización que construyen los significados sobre los productos simbólicos de la sociedad, ya que estos organizan y jerarquizan el sentido humano, se convierten en instrumentos de interacción y se constituyen como un marco de referencia para la sociedad. Entonces dentro de las audiencias y los medios de información y comunicación existe una constante negociación de valores
Pero ¿cuál es el papel de los medios en la transformación social y en el cambio social?, el medio local tiene una responsabilidad aún mayor en la construcción social, los cuales, sin importar su denominación, comerciales, institucionales o comunitarios, están llamados a efectuar una responsabilidad social desde la generación de sus contenidos. Al estar en un marco local estos medios se convierten en un factor de referenciación aún mayor, el cuál no solo tiene implicaciones en la construcción de opinión pública, sino también en la cotidianidad territorial, en la diversificación de voces , en la de construcción de discursos alternativos, en cambiar los verticalismos en la información y crear flujos informativos endógenos que garanticen la participación y el empoderamiento territorial a través de los espacios mediáticos que promueven los medios locales.
Por esto, los medios locales deben abrir el debate en su papel más allá de ser medios, en ser instituciones sociales llamadas a construir, a generar red y a garantizar su participación activa en los procesos regionales y de transformación social.
