Los párrocos de Marinilla se reunieron este jueves 23 de septiembre con el alcalde Gildardo Hurtado, con el fin de protocolizar un convenio, que se reflejará en bienestar y calidad educativa para cientos de estudiantes de 5 veredas y un sector urbano del municipio.
Se trata de la firma de las escrituras de propiedad de la Iglesia Católica, que le permiten a la Administración Municipal ser dueña de los terrenos en donde están ubicadas las escuelas de las veredas: El Socorro, El Rosario, Salto Arriba, Salto Abajo, Gaviria, además de un terreno en La Ramada.
“Significa la construcción de confianza, la posibilidad de trabajar en equipo, la mejor forma de seguir vinculados de manera conjunta para el beneficio de la comunidad, es la posibilidad de invertir en 5 escuelas que no eran de titularidad del municipio, en donde haremos inversiones, dignificaremos los espacios y generaremos dignidad por los estudiantes y la comunidad educativa”, explicó frente a esta nueva alianza, el alcalde de Marinilla, Gildardo Hurtado.
El objetivo, también, será destinar recursos para construir una placa polideportiva que podrán disfrutar los habitantes del sector La Ramada, y con urgencia priorizar la intervención de la escuela de la vereda El Socorro, su infraestructura está en muy malas condiciones. También se dispondrán recursos para los otros centros educativos rurales, que desde hoy son de propiedad de la Alcaldía Municipal.
“Este es un signo de caminar juntos, buscando el bien de nuestras comunidades. Se convierte en un aliciente de avanzar y estudiar, de permitir que los estudiantes se lancen a un mundo con grandes y nobles ideales”, dijo el párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Francisco Javier Giraldo Quintero, y cuya parroquia es dueña de los terrenos de las escuelas.
Por su parte, los sacerdotes aplaudieron el convenio y agradecieron que la Alcaldía también firmara las escrituras en donde se determinaron más de 2.300 metros cuadrados, para que la parroquia María Auxiliadora sea dueña del espacio donde está la construcción de su templo y salón parroquial, mismos que durante años hacían parte de un comodato de la Administración Municipal.
