INMUNIZADORA SAS: Un Hito en la Historia Empresarial del Oriente antioqueño

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El Oriente Antioqueño, una región de montañas verdes y ríos cristalinos, siempre ha sido una tierra de oportunidades. Desde sus fértiles valles hasta sus crecientes núcleos urbanos, este rincón de Colombia ha atraído a emprendedores que ven en su paisaje no solo una geografía, sino un futuro prometedor. En los años ochenta, mientras Medellín se consolidaba como un epicentro industrial, el Oriente comenzaba a florecer como un lugar de asentamiento para nuevas empresas, con familias trabajadoras que sembraban las semillas de lo que hoy es una de las zonas más dinámicas del país.

Fue en ese contexto que, hace más de cuatro décadas, un grupo de industriales visionarios propuso la creación del Comité Interempresarial del Oriente, lo que hoy se conoce como la Corporación Empresarial del Oriente Antioqueño (CEO). La meta era clara: agrupar a las empresas que se habían asentado en la región para lograr un desarrollo empresarial robusto.

Entre esas empresas pioneras se encuentra INMUNIZADORA SAS, una compañía del sector maderero fundada en 1985 por Alberto de La Roche. La historia de esta empresa se remonta a los días en que Alberto, un joven ingeniero recién egresado de la Universidad EAFIT, vio en Rionegro un terreno propicio para hacer realidad su visión, sentando las bases de lo que hoy es un ejemplo de perseverancia, innovación y compromiso con la sostenibilidad.

“Este proyecto comenzó cuando me gradué de la universidad EAFIT. En 1980, trabajaba en Tecnoquímicas, donde realicé mis prácticas. Tenía la opción de continuar allí o apoyar a mi padre en los aserríos de madera que tenía en Rionegro y Medellín. Decidí arrendar el aserrío de Rionegro, convencido del gran potencial que veía en la región”, relata Alberto, evocando esos primeros días de decisiones cruciales y grandes expectativas.

Con esa visión, Alberto comenzó a buscar los equipos necesarios para montar un pequeño negocio de inmunización de maderas en el Oriente Antioqueño. Encontró unos equipos abandonados en un potrero de Bogotá, pertenecientes a una empresa de floricultores que había decidido no utilizarlos. “Tuve la fortuna de comprarlos en muy buenas condiciones y, con mucho esfuerzo, de seis de la mañana a diez de la noche, fuimos armando lo que es la planta de inmunización. Empezamos con cinco empleados, trabajando duro, pero con un gran entusiasmo porque veíamos que el negocio iba a ser exitoso”, recuerda.

La visión que ha perdurado

Con el tiempo, INMUNIZADORA SAS ha evolucionado, consolidándose como un referente en la industria maderera del Oriente Antioqueño. Hoy, la empresa opera con dos puntos de venta y dos plantas de producción, brindando empleo a más de 100 familias. INMUNIZADORA SAS no solo ha contribuido al desarrollo económico local, sino que también ha participado en importantes iniciativas como “Antioquia Iluminada” de EPM. Su dedicación a la preservación de los recursos naturales y la implementación de prácticas responsables le ha permitido obtener certificaciones clave como la ISO 9001, RETIE y RETILAP, asegurando la calidad y sostenibilidad de sus soluciones.

Sin embargo, más allá de los logros empresariales, Alberto siempre tuvo el anhelo personal de que alguno de sus hijos continuara el legado que con tanto esfuerzo construyó. “Siempre he deseado que mis hijos se involucren en la empresa. Hace cuatro años, mi hijo Pablo empezó a colaborar conmigo, y ha sido una inmensa satisfacción verlo integrarse. Confío plenamente en que él será quien continúe con el legado del negocio que iniciamos hace tantos años”, afirma Alberto.

Pablo de La Roche, el relevo generacional

Desde pequeño, Pablo solía acompañar a su padre a la empresa durante las vacaciones. Hoy, se ha convertido en una pieza fundamental en INMUNIZADORA SAS. “Ha sido una experiencia enriquecedora aprender de mi padre y observar cómo la empresa ha crecido de cinco a más de 100 empleados. Siento una gran responsabilidad, pero también una inmensa motivación, ya que siempre he soñado con este proyecto. Lo llevo en las venas y lo he sentido desde joven”, expresa Pablo.

Con una visión clara para el futuro de la empresa, Pablo tiene grandes planes. “Aspiro a que INMUNIZADORA continúe expandiéndose y se convierta en un referente. Me encantaría que mis hermanos se unan a este esfuerzo y que, en el futuro, mis hijos puedan continuar con el legado de mi padre. La madera es uno de los materiales más sostenibles del mundo y tiene un gran potencial para el futuro de la construcción. Espero que podamos avanzar, llevando esta empresa y este sueño aún más lejos”, concluye.

Un legado en constante evolución

INMUNIZADORA SAS ha sido un actor clave en la transformación económica del Oriente Antioqueño. Como una de las empresas pioneras de la Corporación Empresarial del Oriente Antioqueño, ha contribuido al fortalecimiento del tejido empresarial de la región. La CEO, que celebra 40 años de liderazgo y compromiso con el desarrollo del Oriente, reconoce en INMUNIZADORA SAS un ejemplo de perseverancia y visión. Alberto de La Roche, quien forma parte activa de la junta directiva de la CEO y se desempeña como consejero permanente, ha sido un líder clave en la orientación de los esfuerzos de la Corporación hacia un desarrollo sostenible y un avance empresarial continuo.

En este aniversario, la CEO rinde homenaje a INMUNIZADORA SAS y a Alberto de La Roche por su invaluable contribución al crecimiento y fortalecimiento del Oriente Antioqueño.

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