En un rincón lleno de arte e historia, donde cada detalle cuenta una narrativa única, Santiago Ocampo ha hecho de su taller un portal hacia la tradición. Este diseñador gráfico y magíster en Historia del Arte lleva casi dos décadas dando vida a pesebres que cuentan historias más allá de la Navidad, creando piezas que cautivan tanto en su natal Oriente como en otras latitudes del mundo.
Este año, gracias a la visión de Iván Trujillo, director del Instituto de Cultura, Ocampo presenta un proyecto que transforma la forma en que vivimos las novenas:”Navidad en escena”. Esta iniciativa no solo involucra pesebres, sino también músicos y actores que, juntos, convierten las celebraciones navideñas en una experiencia multisensorial.
El corazón del proyecto es una instalación que reimagina el pesebre tradicional. Montado en la sala de exposiciones de El Carmen de Viboral, la obra se despliega detrás de una ventana falsa que invita a los espectadores a asomarse a un pequeño universo cargado de simbolismo. Dentro, las piezas ornamentales del taller de Ocampo conviven con esculturas impresas en 3D y elementos de su colección privada. Entre ellas destacan creaciones del Maestro Alfonso Vieira y algunas joyas provenientes de España, que aportan un aire internacional al relato navideño.
Un viaje a través de las escenas del pesebre
El pesebre es más que una simple representación del nacimiento de Jesús. Cada escena está cuidadosamente elaborada para sumergir al espectador en el viaje hacia Belén: los campos, las rutas diversas y el anuncio de los ángeles a los pastores cobran vida en este montaje. Todo culmina en la figura central del Niño Jesús, acompañado por una imponente Virgen de Guadalupe en gran formato, una obra emblemática del taller de Ocampo.
El proceso de montaje de esta instalación fue tan laborioso como apasionante. Durante 15 días, un equipo trabajó sin descanso entre 11 y 14 horas diarias para que cada elemento estuviera en su lugar, cada detalle perfectamente alineado con la visión artística de su creador.
Arte con trayectoria y un legado que trasciende fronteras
La instalación permanecerá abierta al público hasta mediados de enero de 2025, y quienes la visiten podrán ser testigos de la obra de un artista cuya pasión por los pesebres se remonta a casi 20 años. Desde El Carmen, donde su taller realiza cada año trabajos monumentales para lugares icónicos de Colombia como la Catedral de San Pedro y la parroquia La María,en Cali, hasta exposiciones en lugares como el Castillo de Medellín, el nombre de Santiago Ocampo es sinónimo de calidad y creatividad en la realización de pesebres y de arte sacro.
Pero su alcance no se limita a Colombia. Cuatro de sus piezas más emblemáticas han cruzado fronteras, dejando huella en lugares sagrados como el templo del Santo Sepulcro en Jerusalén, donde se encuentra el Cristo del Silencio, y el monasterio de los frailes en La Ceja, que alberga al San Peregrino.
“Navidad en escena”: una obra para la comunidad
El esfuerzo detrás de esta instalación no solo refleja el talento de Ocampo y su equipo, sino también su deseo de compartir el arte y la tradición con la comunidad. “Navidad en escena” invita a todos a redescubrir el significado de la Navidad, no solo como una festividad religiosa, sino como un momento para conectar con nuestras raíces culturales a través del arte.
De lunes a sábado, entre las 9:00 a. m. y las 6:00 p. m., la sala de exposiciones se convierte en un lugar de encuentro donde los visitantes pueden contemplar una obra que es, a la vez, un homenaje a la tradición y un ejemplo del poder del arte para transformar la cotidianidad.
La Navidad, con su carga de símbolos y emociones, encuentra en las manos de Santiago Ocampo un vehículo perfecto para la expresión artística. Y este año, gracias a proyectos como “Navidad en escena”, el pesebre se convierte en mucho más que una representación estática: es una ventana a la imaginación, a la fe y a la posibilidad de que el arte nos una como comunidad.
