La cerámica en el municipio de El Carmen de Viboral se ha convertido en un referente turístico para la región y el país, además de ser reconocida a nivel internacional.
Un poco de la Historia
Cerámicas El Dorado fue fundada en 1966 por Pedro Bello y Fabila Rendón. Juntos fundaron la empresa y conformaron su hogar con 9 hijos, los cuales han mantenido la tradición de la cerámica hasta el día de hoy.
El taller inició en el solar de la casa, con la fabricación de piezas en pasta de gres de monición, donde se comenzó a dar piezas, como: vasos, decorativas, bolas y adoquines para los molinos.
Alrededor de los años 70, se diversifica la producción con la fabricación de piezas de loza, como: pocillos, cafeteras, materes y piezas decorativas. En esta primera década de la empresa, la comercialización se hacía por venta directa con la ayuda de su familia en ferias artesanales que se realizaban en las principales ciudades de Colombia.
Alrededor de 1979, uno de sus principales clientes le vendió una camioneta Dodge modelo 1977, la cual fue pagada con los productos que se producían en el momento.
En la misma época, se adquirió la segunda planta llamada Cerámicas Gema, donde ahora está ubicado El Dorado. A partir de esta adquisición, se incluye a la línea de producción las piezas fabricadas en torno, como: platos, soperas, tazas, floreros, entre otros, los cuales se siguen fabricando hasta hoy con los mismos métodos tradicionales.
Cerámicas El Dorado
Cerámicas El Dorado se encuentra ubicada en la cra. 31 #42-64 salida de El Carmen de Viboral hacia Rionegro. Es un lugar que conserva el espacio de la cultura tradicional por la cerámica del municipio.
“Mi papá fundó cerámicas El Dorado hace 60 años y venimos trabajando en la producción y conservación de esta cultura que ya caracteriza al municipio de El Carmen de Viboral”, expresa Fanny Bello hija del fundador quien conserva la tradición y añade, “nosotros éramos 9 hermanos en este momento somos 7 y todos estos vinculados de alguna manera a la empresa sea desde la producción, comercialización o el turismo, y ahora nuestros hijos también se van vinculando a esta conservación de la tradición”.
Ahora en el establecimiento se cuenta con dos líneas a nivel de la marca: una es la producción y comercialización de los productos cerámicos y la segunda es la realización de recorridos de todo el proceso de la cerámica. Enfocados en la producción y el turismo.
Desde el turismo las personas pueden vivir toda la experiencia que hay detrás de una pieza de cerámica, todo el proceso que se necesita para obtenerla materializada sea para el uso doméstico o comercial, todo es hecho de manera artesanal donde no hay una pieza igual a la otra.
“El visitante evidencia cómo se selecciona la arcilla, piedra y materias primas necesarias para la elaboración de las piezas, asimismo hace parte de la dinámica de la elaboración, además, todo lo que esta requiere, pasando por la molienda donde se macera y se mezclan los componentes de la arcilla, luego los moldes y pulidos, diseño y pinturas que son hechos a mano”, dice Fanny Bello hija del fundador.
La cerámica se convirtió en una forma de identidad, de sustento y de orgullo carmelitano, si usted visita El Carmen de Viboral, estará pisando el suelo de los artesanos que hicieron de estas tierras la “cuna de la cerámica”.
