Colombia registró 268.411 defunciones no fetales en 2023, lo que representó una tasa de mortalidad de 5,1 por cada 1.000 habitantes. Durante el periodo de enero a octubre de 2024, se contabilizaron 227.641 defunciones, marcando un aumento del 1,6% frente al mismo lapso del año anterior.
Las enfermedades isquémicas del corazón continúan siendo la principal causa de muerte, representando el 17,2% de los fallecimientos en 2023 y el 16,9% en 2024. Estas son seguidas por enfermedades cerebrovasculares (6,2%), crónicas de las vías respiratorias inferiores (6,1%) y homicidios (5,0%).
Llama la atención el aumento en las muertes por enfermedades infecciosas intestinales, que crecieron un 22,8% entre 2023 y 2024, y las relacionadas con dengue, que se dispararon un 133,3% respecto al año anterior. Además, las defunciones por tumores malignos del cuerpo del útero crecieron un 20,3%.
Por otra parte, la mortalidad por tuberculosis también muestra una preocupante tendencia al alza, con un incremento del 55,9% entre 2020 y 2023, alcanzando 1.514 muertes el año pasado y 1.381 en lo corrido de 2024, un 11% más que en el mismo periodo de 2023.
En términos demográficos, los hombres presentan una tasa de mortalidad mayor (5,8 por cada 1.000) que las mujeres (4,5). Las personas mayores de 85 años son el grupo más afectado, con una tasa de 126,8 defunciones por cada 1.000 habitantes en 2023, comparada con 104,8 en 2014.
Regionalmente, Quindío y Risaralda tienen las tasas de mortalidad más altas (7,7 y 7,0 por cada 1.000 habitantes, respectivamente), mientras que Vichada y Vaupés reportan las más bajas (2,0 y 2,7). En cuanto a neoplasias, estas representaron 51.731 defunciones en 2023, siendo los cánceres de órganos digestivos, de mama y de próstata los más prevalentes.
Este panorama refleja importantes desafíos en salud pública para el país, que enfrenta no solo el envejecimiento de su población sino también el impacto de enfermedades prevenibles y desigualdades regionales.