En una operación conjunta, tropas del Batallón Especial, Energético y Vial N.° 4 de la Cuarta Brigada del Ejército y la Unidad contra la Minería Ilegal de la Policía Nacional desmantelaron cinco unidades de extracción ilegal en San Carlos, Antioquia. Estas pertenecían a la Subestructura Pacificadores de Samaná, del Clan del Golfo, y generaban graves daños ambientales.
Las autoridades incautaron cinco dragas tipo buzo y cinco motores, valorados en más de $300 millones. Se estima que estas operaciones ilícitas permitirían la extracción de más de 4.000 gramos de oro al mes, con un valor superior a $1.600 millones en el mercado negro.
Graves impacta el medio ambiente
La actividad minera ilegal en el Oriente antioqueño no solo afecta la economía y la seguridad de la región, sino que también genera un impacto ecológico devastador. La contaminación del agua, la deforestación y la destrucción de hábitats amenazan a especies endémicas y ponen en riesgo los ecosistemas locales.
Pese a los esfuerzos del Ejército y la Policía, el problema persiste. La minería ilegal ha avanzado en esta subregión, históricamente no minera, poniendo en riesgo fuentes hídricas fundamentales y el equilibrio ambiental.
Las operaciones contra estos yacimientos ilícitos continúan con patrullajes permanentes en la zona, en busca de frenar la expansión de esta actividad ilegal y proteger el medio ambiente.
