El pasado sábado, 17 de agosto de 2024, María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, convocó una marcha mundial para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro y la crisis que afecta a Venezuela. Esta movilización, que se llevó a cabo en diversas ciudades alrededor del mundo, incluyendo El Carmen de Viboral.

Por: Mariana Alzate Atehortúa
COMUNICACIÓN SOCIAL UCO malzate849@gmail.com

En medio de la situación migratoria en Colombia, marcada por la reelección de Maduro bajo acusaciones de fraude, María Corina Machado, líder de la oposición, acusó al régimen de manipulación y represión, lo que ha llevado a una escalada en la crisis humanitaria. La incertidumbre política y la falta de oportunidades han motivado a un gran número de venezolanos a abandonar su país en busca de estabilidad, contribuyendo al aumento en el número de migrantes en Colombia.

Alberto Arrieta, coordinador de comunidades refugiadas venezolanas y colombianos retornados en el Carmen de

Alberto Arrieta, coordinador de comunidades refugiadas venezolanas y colombianos retornados en el Carmen de Viboral.
Viboral. Su radio de acción también incluye Marinilla, El Peñol y Rionegro, respaldado por EGISVEM (Equipo de Gestión para la Integración social del Venezolano Migrante y Colombiano Migrante).
Arrieta ha recorrido varios países sudamericanos antes de establecerse en El Carmen de Viboral, donde coordina los esfuerzos de integración y apoyo para estas comunidades. Su papel es fundamental, no solo por su experiencia, sino también por su valentía al enfrentar amenazas y desafíos personales. “Yo no puedo entrar a mi país Venezuela. Si entro voy preso. Van más de 8 años de no ver a mi madre, y así como yo hay muchas personas”, indica Arrieta.
Este líder ha jugado un papel crucial en el censo de migrantes. En 2019, se organizó y realizó el primer censo independiente, revelando una población de 2.600 venezolanos en El Carmen. Este número, según Arrieta, aumentó significativamente con los registros oficiales, oscilando entre 8.000 y 12.000 en 2021. “Actualmente debe haber una población venezolana de aproximadamente 8.000 personas, lo que representa un 10% de la población carmelita,” indica Arrieta, subrayando que el 10% de la población en un área puede tener un impacto tanto positivo como negativo.
Las recientes elecciones en Venezuela, desdibujadas por la victoria de Maduro y la represión de la oposición, han tenido un impacto directo en la crisis migratoria, Arrieta está atento a la llegada futura de más migrantes debido a la crisis. “En cuatro semanas vamos a tener alrededor de más de 500.000 personas entrando a Colombia.”, comenta, advirtiendo sobre los posibles riesgos de no tener un control adecuado sobre quiénes entran al país.
Arrieta enfatiza la necesidad de liderazgos en tiempo de crisis, sin líderes que representen a la comunidad, es difícil lograr una organización que permita a estas personas insertarse en el sistema productivo y educativo del país. “Mi papel es que ellos sientan que alguien lleva hasta las instituciones públicas, privadas, las necesidades de una comunidad que se está organizando y que ya muchos tienen raíces acá,” afirma.

Desafíos

El aumento de la población migrante ha traído consigo una serie de desafíos. Entre ellos, la inserción de los migrantes en el sistema educativo y laboral. Si no se toman medidas para integrar a esta población en el aparato productivo y educativo, es probable que se agraven los problemas de delincuencia y pobreza en la región. Además, la falta de acceso a servicios de salud adecuados es una preocupación constante. Muchos migrantes carecen de identificación oficial, ya no se emite el Permiso por Protección Temporal (PPT), que anteriormente facilitaba el acceso a servicios y derechos básicos, hecho que complica aún más la situación de los migrantes. Para abordar este problema, se ha establecido una ruta de salud en colaboración con la Secretaría de Salud y la Personería Municipal, que permite a los migrantes acceder a servicios básicos mediante un salvoconducto SC2.

“Mensajes de lucha y esperanza desde El Carmen de Viboral, esperando la libertad de su amado país”

Cuando llega una familia venezolana, se activa la ruta diseñada para garantizar que reciban el apoyo necesario en salud, educación, y regularización de su situación migratoria. El primer paso es la identificación y recepción de las nuevas familias, en este paso Arrieta está al frente. Uno de los pilares más importantes de esta ruta es la Ruta de Salud. Dado que muchos migrantes llegan sin acceso a servicios médicos, se realiza un diagnóstico inicial para evaluar las condiciones de salud de la familia, con especial atención a los niños y personas mayores. Se realiza el proceso de identificación, para quienes no cuentan con la documentación adecuada, se activa el salvoconducto SC2, un documento temporal que les permite acceder al SISBEN, salud y educación. La Ruta de Escolarización se centra en garantizar que los niños migrantes tengan acceso a la educación y sean recibidos en las distintas escuelas del municipio. Este crecimiento de la población migrante en Antioquia es un fenómeno complejo. Si bien no se puede afirmar que los migrantes sean peligrosos, la capacidad del sistema local para absorber y atender a esta nueva población es limitada. “Antioquia es un territorio organizado, lo que ha evitado que el sistema colapse, pero la presión sobre los servicios públicos y la infraestructura es evidente”, menciona Alberto Arrieta.

El sabor del éxito

No todo es negativo en la inmigración: la llegada de venezolanos ha tenido un impacto positivo en la economía local. Uno de los cambios más notables ha sido en el ámbito económico. La llegada de migrantes ha proporcionado una fuente de mano de obra en sectores donde anteriormente había escasez, en áreas como la agricultura, los floricultivos y la construcción. Los negocios de alimentos y otros productos han experimentado un aumento en la demanda, lo que ha llevado a una mayor oferta y variedad.

En Deleite Maracucho, se ofrecen una variedad de delicias venezolanas como empanadas rellenas. además de carimañolas, papas rellenas y sancocho preparado en leña.

Un Ejemplos de éxito es “Deleite Maracucho,” un emprendimiento familiar fundado por migrantes que ha logrado destacarse en el mercado. María José Orozco, cofundadora del negocio, explica, “el emprendimiento surgió en la época del COVID, cuando la situación genero la pérdida de empleo”, recuerda Orozco.
El negocio es un esfuerzo familiar que involucra a tres hermanas y su madre, apoyadas por un equipo de cuatro trabajadores. “Somos tres hermanas más mi mamá y tenemos cuatro trabajadores”, detalla María José, quienes ya cuentan con tres sedes, una en Rionegro y dos en el Carmén. El nombre Delicias Maracucho rinde homenaje a su ciudad natal Maracaibo. La familia ha encontrado en El Carmen un lugar donde han podido construir un futuro, gracias al trabajo duro y a la aceptación de su comunidad.
Actualmente, Alberto Arrieta, está en planes de crear la primera “Asociación de Comerciantes Colombo-venezolanos y Migrantes”, que servirá como una plataforma para apoyar a los emprendedores venezolanos en el municipio.

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