El comportamiento del dólar en Colombia durante 2025 sorprendió al mercado. En lo corrido del año, la divisa estadounidense registró una caída promedio cercana a los $693, pasando de cotizar alrededor de $4.300 en enero a ubicarse por debajo de los $3.800 en diciembre, según cifras de la Tasa Representativa del Mercado (TRM).

Esta revaluación del peso colombiano tuvo efectos directos sobre distintos sectores de la economía. Mientras los importadores y viajeros internacionales se beneficiaron por menores costos, los exportadores y hogares que dependen de remesas vieron reducidos sus ingresos en pesos.

De acuerdo con analistas, el fortalecimiento del peso responde a una combinación de factores internos y externos. Sebastián Chacón, director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, explicó que Colombia ha recibido un flujo histórico de divisas, impulsado principalmente por las remesas, que en 2025 podrían superar los US$13.000 millones.

A esto se suma la estrategia del Gobierno nacional de reestructurar y monetizar deuda externa. El Ministerio de Hacienda ha destinado cerca de US$5.000 millones a operaciones de recompra de deuda y financiamiento en monedas con bajas tasas de interés, como el franco suizo, lo que ha contribuido a una mayor oferta de dólares en el mercado local.

En el contexto internacional, la debilidad del dólar ha estado asociada a la incertidumbre económica en Estados Unidos, la expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y un mayor apetito de los inversionistas por monedas de mercados emergentes. Además, la dinámica del mercado petrolero también ha influido en la apreciación del peso colombiano. 

De cara a 2026, los analistas prevén un escenario de relativa estabilidad, aunque no exento de volatilidad. Rodrigo Lama, chief business officer de Global66, señaló que el dólar podría mantenerse por debajo de los $4.000 en el corto plazo, siempre que continúe el entorno externo favorable.

No obstante, el año electoral en Colombia será un factor determinante. Según expertos, un escenario político percibido como incierto podría llevar el dólar nuevamente hacia niveles cercanos a los $4.200, mientras que un panorama de mayor confianza para los mercados podría presionar la tasa a la baja.

En general, se espera que el dólar se mueva en 2026 dentro de un rango moderado, entre los $3.900 y $4.050, lo que implicaría una ligera corrección frente al cierre de 2025, sin episodios de volatilidad extrema.

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