El papa Francisco continúa bajo supervisión médica debido a la neumonía que afecta sus pulmones. Aunque su estado sigue siendo crítico, el Vaticano ha informado que el pontífice de 88 años ha mostrado una ligera mejoría y mantiene su tratamiento con oxigenoterapia.
Según el último reporte, Francisco pasó una noche tranquila y ha podido sentarse en un sillón, despertarse y alimentarse con normalidad. A pesar de estas señales de estabilidad, los médicos han sido cautelosos en dar un pronóstico definitivo debido a la complejidad de su estado de salud.
Desde su hospitalización en Roma hace 10 días, el papa ha permanecido en constante monitoreo. El Vaticano informó que la insuficiencia renal leve que presentó en días anteriores está bajo control y no genera preocupación inmediata. Además, en los últimos días no ha sufrido crisis asmáticas respiratorias, lo que es una señal positiva dentro de su cuadro clínico.
Mientras tanto, líderes religiosos y fieles de todo el mundo han expresado su apoyo y han organizado misas para pedir por su recuperación. En Argentina, su país natal, cientos de personas se han congregado en templos para orar por su salud, mientras que en el Vaticano se han realizado servicios especiales en su honor.
A pesar de su frágil estado, Francisco ha seguido cumpliendo con algunas de sus actividades. El lunes por la mañana recibió la Eucaristía y por la tarde retomó parte de su trabajo. También ha mantenido contacto con líderes religiosos, incluyendo una reciente llamada a un párroco en Gaza, mostrando su constante preocupación por la situación humanitaria en la región.
El papa Francisco, quien ha enfrentado problemas de salud en los últimos años, sigue recibiendo el mejor tratamiento posible. Aunque su evolución es incierta, el mundo sigue pendiente de su estado con esperanza y oraciones.