En lo profundo de las montañas de El Carmen de Viboral, entre los cañones del río Santo Domingo y Melcocho, se gesta un legado que ha perdurado durante generaciones. La Tapetusa, una bebida artesanal, destilada con manos campesinas, es más que un licor: es una historia de resistencia, una tradición que ha pasado de abuelas a madres, de madres a hijas, a lomos de mula y entre los surcos de la tierra.
El Carmen de Viboral dio un paso fundamental para preservar este tesoro cultural, al obtener el acompañamiento técnico necesario para buscar la denominación de origen de la Tapetusa. Este logro, impulsado desde la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico junto a la Oficina de Planeación Institucional, es una muestra del compromiso del municipio con la protección de su identidad y sus costumbres.
Desde junio, una investigación exhaustiva ha iluminado el proceso de elaboración de la Tapetusa, revelando no solo su complejidad, sino también la importancia de las mujeres campesinas, quienes son guardianas de esta práctica milenaria. Con manos expertas y corazones firmes, han mantenido viva esta bebida, resistiendo estigmas y los embates del tiempo, incluso en medio del Conflicto Armado. Su historia es una de orgullo y perseverancia, de amor por el campo y por lo propio.
“Nos complace anunciar que hemos sido seleccionados para fortalecer este producto milenario. La Tapetusa es más que una bebida, es un emblema de nuestra cultura,” expresa con emoción Marcela Ramírez Cardona, secretaria de Turismo y Desarrollo Económico. Este paso no solo busca consolidar la Tapetusa como un producto insignia de la región, sino también brindar reconocimiento y apoyo a las comunidades que la producen.
El alcalde Hugo Jiménez Cuervo también destaca la importancia de esta iniciativa: “La Tapetusa une a nuestra gente, conecta a generaciones y teje lazos entre culturas. Con este proceso de denominación de origen, buscamos que El Carmen de Viboral se proyecte como un referente cultural y turístico, donde nuestras tradiciones no solo se valoren, sino que se preserven para el futuro.”
Así, el municipio invita a los locales y a los visitantes a sumarse a este viaje por la tradición. La Tapetusa, con su aroma y sabor inconfundible, es una puerta a las montañas, al esfuerzo campesino, y al corazón de una tierra que se niega a olvidar su historia. En cada sorbo se cuenta la historia de una comunidad que ha sabido convertir el trabajo diario en cultura, y la adversidad en fortaleza.
El Carmen de Viboral no solo trabaja por preservar su legado, sino también por compartirlo con el mundo. La Tapetusa es, al final, un recordatorio de que lo auténtico, lo nuestro, merece ser celebrado y protegido.
