En febrero pasado la Administración de Rionegro expidió el decreto 971 por medio del cual se ordenaba a los transportadores de servicio urbano y veredal a instalar equipos de control de ruta para el conteo de pasajeros y sistemas GPS, los cuales le costaron en promedio a cada propietario entre cuatro y cinco millones de pesos y ahora, cuando se anuncia la entrada en operación del Sistema Integrado de Transporte Sonrío, esos equipos no quedarán sirviendo y tendrán que instalar en cada carro lectores de la Tarjeta Ciudad.
La Gerente de Transportes Chachafruto Luz Adriana Gómez, dijo al respecto que “Después de que nos hicieron instalar los equipos de conteo de pasajeros, en una reunión con el Gerente de Somos David Quintero, anunció que ya estaba todo listo, que el sistema comenzaba el primero de mayo, pero surgieron las dudas de los empresarios frente al tema de la tarifa y el uso de la tarjeta inteligente, para lo cual no hay cultura en Rionegro. El montaje de los equipos de conteo de pasajeros y GPS nos sale en cinco millones de pesos por vehículo, que lo tuvieron que pagar los propietarios”.
Noralba Echeverri de Rendón, Gerente de Rápido Medellín Rionegro, afirma que con la implementación de la Tarjeta Ciudad para el control de pasajeros, no se tiene en cuenta que actualmente los transportadores subsidian con una tarifa menor a estudiantes y personas enfermas, que tendrían que pagar la tarifa completa, ni tampoco el hecho de que en la zona rural muchos usuarios llevan bultos a los centros de comercio, o del centro a sus casas y ahora les dicen que tendrán que pagar aparte por el transporte de carga, cuando es una tradición que utilicen los mismos vehículos para ambas cosas.
El Gerente de Transurbano Diego Ospina Arbeláez, sostuvo que: La Administración había manifestado la necesidad de reestructurar las rutas de transporte e instalar unos equipos en los vehículos. y añadió: «La Administración expidió un decreto en donde se nos obligaba a instalar equipos de conteo de pasajeros y GPS y así lo hicimos por cuenta de los propietarios de los vehículos y posteriormente se nos dice que esos equipos no se van a utilizar, que no sirven para el nuevo sistema y que ellos nos los comprarán y los pagarán en seis meses, situación que consideramos que es debido a la improvisación con la que quieren hacer las cosas. El costo de esos equipos puede no ser mucho, pero para 250 vehículos un gasto de cuatro millones de pesos aproximadamente, sí es demasiado».
Este es otro de los inconvenientes que hasta ahora los transportadores le vienen viendo a la implementación de Sonrío, con un detrimento económico para los transportadores y con los problemas para los usuarios.
Por: orientese.co