La decisión del Gobierno nacional de no transferir los recursos comprometidos para 2025 pone en jaque el desarrollo de Antioquia. Fenalco Antioquia advierte que la falta de estos fondos impactará gravemente infraestructuras estratégicas como el Túnel del Toyo y el Metro de la 80, generando incertidumbre en el sector económico y de movilidad del departamento.
Un recorte que pone en jaque el desarrollo de Antioquia
La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), seccional Antioquia, ha manifestado su preocupación ante la decisión del Gobierno nacional de no girar los recursos que estaban comprometidos para el departamento en 2025. Según lo anunciado en un decreto del Ministerio de Hacienda, la región dejará de recibir $12 billones, lo que afecta significativamente el avance de obras clave para la competitividad del territorio.
Dos de los proyectos más impactados por esta medida son el Túnel del Toyo y el Metro de la 80. El primero es una conexión fundamental entre Medellín y el mar de Urabá, con un impacto no solo regional, sino nacional. El segundo, una obra que ya cuenta con un avance del 29,3%, es vital para mejorar la movilidad en la capital antioqueña.
Incertidumbre en la ejecución de obras estratégicas
Desde Fenalco Antioquia, su directora ejecutiva, María José Bernal Gaviria, enfatizó la gravedad de la situación, recordando que el Metro de la 80 ya enfrenta retrasos en los pagos del 2024 por $483.000 millones y ahora se suman los $497.000 millones que no se desembolsarán en 2025. Esto significa que el proyecto se verá afectado en cerca de un billón de pesos, poniendo en riesgo su continuidad.
El gremio comercial y otros sectores económicos de Antioquia han expresado su rechazo a esta decisión, exigiendo al Gobierno nacional el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Fenalco hizo un llamado a respetar la ley y garantizar los recursos necesarios para que Antioquia siga avanzando en su desarrollo.
Un llamado al Gobierno para cumplir los compromisos
La incertidumbre que genera esta decisión se extiende más allá del sector de infraestructura, afectando la confianza en la inversión y el crecimiento económico del departamento. Mientras las autoridades locales y los gremios buscan respuestas, el futuro de estas obras esenciales para la movilidad y competitividad de Antioquia queda en vilo.