Hace 50 años abrió sus puertas en Rionegro el Hogar Nuestra Señora del Rosario, una obra social de la Congregación Corporación Hermanas de la Providencia Social Cristiana, con la bendición del Pastor de la Diócesis Sonsón Rionegro, Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo y el apoyo incondicional de la Administración municipal de Rionegro de ese entonces, que contaba con la institución para albergar a niñas que encontraban en las calles a altas horas de la noche fuera de sus casas y algunos niños fuera de sus municipios.
Las autoridades acudían al Hogar para dar abrigo y protección, por lo cual se despertó la solidaridad de los ciudadanos que durante todo este tiempo han sido benefactores de la obra para evitar que suspenda sus servicios, ya que solo la generosidad de la comunidad permite que la institución siga al servicio de la niñez en la tarea evangelizadora que realiza con las menores, sus familias y la comunidad cristiana de la región.
El Hogar funciona en una casa donada por las hermanas Ana, Elisa y Dolores Cock Arango, ciudadanas generosas de noble corazón, como las recuerdan los ciudadanos que venían de niños con la familia a celebrar la Navidad en este Hogar que sigue siendo testigo elocuente de la caridad de esa familia.
Actualmente la Hermana Superiora María Ligia Jiménez, oriunda de El Santuario, es la coordinadora del Hogar que después de 50 años sigue funcionando bien gracias a la generosidad de muchos benefactores.
Durante los primeros años el Hogar era internado para niñas en situación de vulnerabilidad pero ahora, por normas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, funciona como Escuela en donde los padres llevan a las niñas desde las primeras horas del día y las recogen al terminar sus compromisos laborales. Actualmente atienden a 68 niñas, aunque han tenido épocas de más de 100 menores, a quienes se les suministra alimentación y se les da la Catequesis. La principal condición es que las madres sean cabeza de familia y deban trabajar para ganar el sustento para sus hogares.
La institución se sostiene con las pensiones que pagan algunos padres, muy poquito, la Parroquia de la Catedral colabora buscando Padrinos para las niñas de escasos recursos y las Administraciones celebran convenios para que atiendan a otras en situación de vulnerabilidad. “Hemos pasado por épocas muy difíciles, pero siempre el Señor nos manda quien nos colabore y por eso nunca nos ha faltado el alimento necesario para las niñas. Hay muchas personas generosas en Rionegro”, afirma la Hermana María Ligia, recordando que para apoyar esta obra cualquier persona puede adquirir un bono anual para el sostenimiento de la casa.
