Las micro y pequeñas empresas aún no entiende la necesidad de cambiar sus contabilidades o, más que cambiarlas, ajustarlas a los nuevos marcos normativos acogidos por Colombia a partir del año 2009.
El país tardó mucho en adoptar estándares internacionales en materia financiera. Desde el año 1993, la contabilidad se encontraba regida por los principios contemplados en los decretos 2649 y 2650, principios que, en el fondo, permitían tener una información financiera adecuada y que generaba valor; sin embargo, Colombia poco hizo para mantener dichos principios actualizados y a la vanguardia de la globalización, solo conceptos emitidos por diferentes entes permitían generar claridad frente a la manera de percibir las operaciones económicas, quizás por esto, hoy, después de 4 años de transición a las nuevos estándares internacionales, un porcentaje muy alto de los negocios o empresas aún trabajan bajo los marcos financieros no vigentes.
Colombia tardó mucho en decidir qué hacer y, finalmente, terminó adoptando los estándares internacionales de información financiera. Para tal proceso, estableció unos lineamientos donde clasificó las empresas en tres grandes grupos y, a cada uno, le asignó un estándar diferente de aplicación; de este modo, para el grupo uno, donde se encuentran clasificadas las empresas más grandes del país, les indicó adoptar los lineamientos contables de mayor rigurosidad y con una estructura más amplia para el entendimiento, a dichos lineamientos se les denomina normas internacionales plenas; para el denominado grupo dos, empresas Pymes, el Gobierno decidió que implementaran normas internacionales para pequeñas y medianas empresas, se diferencian estas
últimas de las plenas por su menor contenido y por dar mayor flexibilidad en su adopción, empero, dichas normas, guardan los fundamentos esenciales de las normas plenas. Por último, para las micro empresas colombianas, desarrolló un marco especial, el cual fue elaborado por el Consejo Técnico de la Contaduría Pública, entidad que tomó como referencia, para la elaboración de dicho marco regulatorio, las normas internacionales de contabilidad para Pymes y el informe del grupo consultivo especial de expertos en contabilidad de pequeñas y medianas empresas de las Naciones Unidas. Concretamente, las normas para micro empresas no se pueden denominar normas internacionales por ser elaboradas directamente en Colombia.
Tal como podemos ver, el lenguaje contable colombiano se actualizó bajo parámetros internacionales y hoy no tiene vuelta atrás El Gobierno estableció para su implementación un cronograma para cada grupo, pero dicho cronograma ya se cumplió y hoy los negocios y empresas solo pueden estar hablando un lenguaje global, en términos financieros.
Entonces, ¿qué efectos puede tener para un negocio o empresa no estar revelando la información bajo los nuevos marcos financieros?
1. Invalidez de los estados financieros. Es difícil decirlo, pero si su negocio o empresa no está hablando el nuevo lenguaje financiero ante los diferentes entes de vigilancia o de control, los estados financieros no podrán ser presentados, debido a que los mismos carecen de validez.
2. Medio de prueba. Según el estatuto tributario, la contabilidad es el medio a través del cual se puede probar la forma como las empresas calculan sus impuestos; siendo así, si la información financiera no está actualizada con los nuevos marcos normativos, es evidente que en el momento de una inspección tributaria no podrá mostrar como argumento probatorio la contabilidad.
3. Imprecisión en la información. No actualizar la información a los nuevos parámetros, podría tener como consecuencia que la empresa, por su característica o tamaño, al momento de implementar, devele situaciones que cambien su rumbo por completo. Obligar a que las mismas se sinceren con sus operaciones y saldos, lo que causa, en muchas ocasiones, un impacto positivo que podría conllevar al incremento de los beneficios financieros, o todo lo contrario, podría ocasionar un impacto negativo, determinando, como consecuencia final, la disolución y liquidación de la empresa. De acuerdo con lo anterior, si por causa de la implementación se concluye la inviabilidad financiera de la empresa, este análisis sería un principio fundamental de los nuevos marcos normativos que se denomina empresa en marcha.
4. Revelaciones. Este fue un aspecto poco evaluado antes de las nuevas normas internacionales, se presentaba en la no elaboración de las notas aclaratorias que debían acompañar los estados financieros, dicha omisión, podía generar desinformación y, además, no permitía evaluar los hechos económicos pasados para aprender de ellos y para tomar decisiones futuras, hoy es obligatorio, y guarda más importancia, revelar el detalle de los hechos económicos de forma cualitativa, que la expresión en cifras de los mismos estados financieros.
5. Una mirada más financiera. Las normas contables que perdieron vigencia, posiblemente, tenían un enfoque muy similar a los nuevos marcos normativos, Sin embargo, nunca se actualizaron al contexto mundial y, además, no se miraban desde un punto vista financiero, sino desde un punto de vista simplemente operacional. Las nuevas regulaciones pretenden que las operaciones se vean siempre desde un análisis financiero; por ejemplo, pensar que detrás de una cartera de más de 90 días puede existir un interés, más que cobrar por la financiación a plazos, esto suena algo inusual y un poco salido de la realidad, pero, solo piense en cuánto dinero existe detrás de la financiación del capital o, más fácil aún, cuestiónese cuánto le cuesta un crédito de libre inversión hoy y solo con eso podrá entender lo importante de ver las operaciones desde lo financiero. Lo anterior, con las siguientes consecuencias, lograr, primero, que las empresas generen mayor valor o segundo, evaluar si el modelo de negocio que utiliza es el adecuado.
6. Prevalencia de los hechos sobre la forma. Las nuevas normas llegaron marcando la pauta frente a la manera como se deben revelar las operaciones en los estados financieros, esto quiere decir que hoy prevalece la ocurrencia del hecho sobre la forma de su legalización; un ejemplo simple es el siguiente: piense si su negocio o empresa entrega mercancía finalizando el año y, luego piense, cuándo elabora la factura, posiblemente el próximo año, figura muy normal en nuestro país. Los efectos financieros son muchos, sin contar los tributarios, pero, actualmente, si las empresas piensan realizar dicha operación, la misma debe quedar revelada en los estados financieros de diciembre y no en los de enero del próximo año, lo anterior, porque así lo establecen los nuevos estándares, solo esto genera un impacto que es de mucha trascendencia para los negocios o empresas que están aún bajo los anteriores marcos normativos.
Podría seguir citando ejemplos de los efectos de la no implementación de las nuevas normas financieras, pero el propósito del presente artículo no es causar terror, por lo contrario, es motivar a los empresarios, que aún no han implementado dichos cambios, para que se concienticen y lo entiendan como un cambio necesario que, mínimo, podría aterrizar las operaciones de su empresa y, en un panorama de optimismo, podría configurar beneficios futuros.