El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha emitido un fuerte llamado a la responsabilidad de las familias frente al uso de pólvora, tras el preocupante aumento de casos de niños quemados en los primeros días de diciembre en departamentos como Antioquia, Atlántico, Valle del Cauca y Bogotá, entre otros.
Además de reiterar su mensaje de corresponsabilidad familiar, el ICBF recordó las severas sanciones que enfrentan los adultos responsables de menores afectados por el uso de pólvora. Según la Ley 670 de 2001, si un niño o adolescente resulta quemado, sus padres o tutores podrán recibir una multa económica equivalente a cinco salarios mínimos legales vigentes, lo que representa aproximadamente 6.500.000 pesos. Asimismo, pueden ser obligados a cumplir trabajos comunitarios si el menor es encontrado manipulando, portando o vendiendo elementos pirotécnicos.
El ICBF también enfatizó en la correcta ruta de atención para los menores quemados, que deben ser llevados de inmediato a centros de salud, evitando remedios caseros que agraven las lesiones. Para denunciar casos de uso irresponsable de pólvora, el instituto puso a disposición las líneas 018000 91 80 80 y 141.
La entidad reafirma su compromiso con la protección de los niños y hace un llamado a construir entornos seguros donde la alegría decembrina no dependa de prácticas peligrosas. “La alegría no se quema, se comparte”, insiste el ICBF, en un esfuerzo conjunto por prevenir tragedias y proteger a los más vulnerables.