En esta época de navidad invito a los habitantes del Oriente de Antioquia para que reflexionemos sobre la realidad de nuestro país, máxime cuando nos aprestamos a realizar una jornada electoral para elegir congresistas y presidente de la República el próximo año.
Debemos tener en cuenta que nuestro país está agobiado por el fenómeno de la corrupción que en la practica llena los bolsillos de unos cuantos funcionarios públicos así como de encopetados integrantes del sector privado, que en el juego de intereses mezquinos ponen en riesgo elementales servicios como son: la salud, la educación, la vivienda, la alimentación y el empleo de millones de colombianos que sucumben ante la pobreza y el abandono.
Hoy, los colombianos de bien estamos llamados a liderar una campaña a favor de la transparencia, y esa batalla comienza con la decisión de no vender nuestro voto bajo ninguna circunstancia. Debemos ser cuidadosos a la hora de elegir un candidato. Y es deber asesorarnos de quien se trata, a que intereses sirve, si tiene o no investigaciones pendientes. ¿Cómo ha sido su desempeño en cargos anteriores?
Llevar representantes dignos de nuestra confianza al Congreso de la República es una tarea delicada que demanda de nuestro mejor empeño para combatir ese cáncer que carcome a la Nación: LA CORRUPCIÓN.
Feliz navidad y prosperidad en el año 2018.
