Paro agrario sacudió al Oriente Antioqueño

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La situación agraria del país llevó a que lideres campesinos configuraran un paro nacional con la pretensión que el Gobierno Nacional corrija y dirija políticas que beneficien el trabajo en el campo colombiano. El Oriente Antioqueño no fue indiferente al apoyo que tuvo mayor fuerza en Boyacá, Cundinamarca y Nariño.

´Cacerolazos´, cese de actividades laborales y bloqueos de vías, tenían la intención de que las problemáticas fueran atendidas por los altos dirigentes del país. Aunque la situación fue normal en la mayoría de municipios del Oriente Antioqueño; en Rionegro, La Ceja, Marinilla y La Unión se vivieron tensas jornadas de movilización y protesta.

La Unión sufrió con intensidad el paro agrario

Fue en La Unión donde se presentaron las primeras intenciones de apoyo al paro en el Oriente. Los productores de papa, frutas pequeñas, hortalizas y transportadores de leche de ese municipio, manifestaron su inconformismo y respaldados por ciudadanos del área urbana bloquearon las principales vías.

Las protestas comenzaron el 27 de agosto en La Unión y se extendieron hasta el 31 de agosto. El TLC y los altos precios de los insumos para cultivar, al igual que los altos precios de la gasolina, tiene a los campesinos preocupados.

Los manifestantes se instalaron en los sectores Alto de los Ochuval, estación de servicio Los Geranios y en la zona urbana del municipio. Allí los manifestantes quemaron llantas, talaron árboles para luego prenderlos e impedir el paso por la vía. El hecho más delicado se presentó en la mañana del miércoles 28 de agosto cuando un carro tanque de leche, de la empresa Colanta, fue quemado. “Su conductor explicó que varios hombres armados le solicitaron bajar del vehículo y posteriormente le prendieron fuego”. El Escuadrón Móvil Antidisturbio –Esmad – hizo presencia para recuperar el control de la vía. Trece personas fueron capturadas y puestas a disposición del Distrito Judicial de Rionegro, declaró el comandante de la estación de Policía John Quiceno. Una de las empresas afectadas por las movilizaciones fue Cítricos y Frutas Genaro. La compañía cuenta con 11 trabajadores y ésta se encarga de la comercialización de frutas como uchuva, mora, fresa, curuba redonda, lulo, granadilla y tomate de árbol, en varios lugares de Medellín.

Fueron cuatro días en los que ningún vehículo pudo sacar los productos. La preocupación fue comunicada por el mismo alcalde de la población, Alexander Osorio. La producción de la empresa Cítricos, que tenían para despachar a la Capital del departamento, nunca pudo salir de La Unión. Para evitar que se dañaran las frutas, optaron por regalar 900 kilos de fresa, 500 de mora y 400 kilos de curuba redonda. La pérdida estimada fue de 5 millones de pesos según Genaro Bedoya García representante legal. Los lecheros también sufrieron pérdidas en La Unión. Más de 260 mil litros de leche fueron regaladas. La situación llegó a tal extremo que hubo desabastecimiento de gas natural y varios productos de la canasta familiar. En la Unión el paro se levantó el 31 de agosto.

Productores de papa en crisis

La papa es uno de los productos que más se consumen en Antioquia. La variedad y facilidad en la preparación lo hacen infaltable en la canasta familiar. Por el poco fomento, designación de presupuesto y demás, los campesinos han hecho más que esfuerzos para no dejar de producir. La baja productividad y competitividad del tubérculo llevó al paro de sus productores en La Unión y otros municipios. Los campesinos que siembran papa se han visto afectados por los bajos niveles de producción y altos costos del mismo que depende de la oferta y demanda que haya. Esto se suma a los altos costos de combustible, que por el traslado de los bultos a los centros de abasto, dejan más pérdida que ganancia a los productores. Otros aspectos que afectan la productividad del sector son la poca disponibilidad de acceso a semilla certificada y la alta dependencia a una sola variedad comercial.

“Municipios poco pueden hacer para solucionar el problema agrario”

La historia narrada por un contemporáneo

Rodrigo Chavarriaga Gómez director de la Umata en La Unión, habló con El Oriente sobre la forma como la entidad, con énfasis en el desarrollo de la actividad rural, manejó la situación del paro y sobre el papel que juega ahora en La Unión. Cuando se levantó el paro el alcalde delegó como interlocutor de la Administración a la Umata. En presencia de los gremios, la Secretaria de Agricultura y funcionarios de la Gobernación, desarrollaron reuniones con los líderes del paro con el fin de conocer la problemática y verificar las solicitudes para el Gobierno Nacional.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia está en proceso de análisis para ver cómo puede atender los reclamos de los campesinos en La Unión. Mientras que a nivel local, dice el director Rodrigo, “lo que se puede hacer son modelos productivos y de aprendizaje porque realmente no da para hacer cambios estructurales básicos”.

Chavarriaga opinó que la problemática del agro “es casi de amasar y volver a hacer”. Cree que el sector agropecuario hay que reestructurarlo desde las raíces a nivel nacional analizando créditos, reducción de insumos y de costos, basados en todo lo que compete la producción agropecuaria.

“Los campesinos están dejando el campo. Se están quedando sin finanzas y el campo está dejando de ser productivo, eficiente y rentable para ellos”. Director de la Umata en La Unión.

El municipio de La Unión está incluido desde el año pasado en un proyecto regional con el que se busca el desarrollo de 10 grandes unidades productivas de hortaliza y el fomento a la producción limpia. Este año, de los 80 millones de pesos de presupuesto para la Umata, ésta destina 15 millones de pesos para la cofinanciación del proyecto junto a ocho municipios más. Para La Unión el proyecto tiene que ver con apio y puerro. “Ya pasó la fase a de formación y ahora pasamos a la etapa de siembra”, sostuvo Gómez.

En La Ceja del Tambo, Rionegro y Marinilla las noches entre el 28 y 30 de agosto, entraban con total hermetismo. Locales comerciales cerrados, servicio de transporte estancado y una incertidumbre generalizada fueron los aspectos en estas poblaciones.

Balance del paro en La Ceja

En la noche del jueves 29 de agosto un grupo de personas se dio cita en el Parque Principal para el ‘cacerolazo’ con el que 200 cejeños respaldaban el paro agrario nacional. La manifestación transcurría en calma hasta desatarse fuertes disturbios que fueron aprovechados por vándalos, armados con piedras y palos que causaron numerosos destrozos materiales a establecimientos comerciales y residencias. De la asonada 4 policías y 2 jóvenes de 14 y 18 años resultaron heridos. El municipio de La Ceja debió solicitar apoyo de la Policía y el Ejército para evitar que se presentaran más disturbios.

La Central Integradora de Transporte suspendió el servicio a causa de los cierres de vías e intimidaciones a sus conductores. El Comité Municipal de Gestión del Riesgo – Comger – determinó declarar la alerta naranja el viernes 30 de agosto hasta que se fue normalizando la situación.

En Rionegro y Marinilla

La jornada del 29 de agosto dejó 28 heridos, saqueos y daños materiales producto de los choques entre la Policía y los manifestantes en Rionegro.

Las manifestaciones pacíficas fueron empañadas por hechos de vandalismo, dirigidos tanto a establecimientos comerciales como a la infraestructura urbana, lo que obligó a la fuerza pública operar por el control de las situaciones. Las autoridades aseguran que las marchas estuvieron infiltradas por personas con intenciones de vandalismo. Los disturbios cobraron la vida de un menor de edad procedente de El Retiro, cuando en hechos aun no esclarecidos recibió impacto de bala.

Mientras tanto los Alcaldes de los Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño MASORA, reunidos el 30 de agosto en la sede de la Entidad con representantes de la Gobernación de Antioquia, el Coronel Ramiro Riveros Comandante Operativo de la Policía Antioquia, el Coronel José Miguel Navarro Comandante del Batallón Juan del Corral, el Teniente Diego Parra del Gaula Oriente y el Director Ejecutivo de MASORA Fabio Ríos Urrea, acordaban alternativas para superar las crisis en los municipios.

Allí solicitaron al Gobierno Nacional propiciar las condiciones de diálogo para lograr la concertación, debido a la vocación agrícola y de transporte de carga de la región. “Comprendemos las razones de los sectores en movilización y respetamos su derecho a la protesta”. Además rechazaron los actos de violencia, vandalismo, bloqueos de las vías, actos de agresión a las autoridades y acciones en contra de los bienes del patrimonio público, social y privado.

Para Adriana Gómez, secretaria de Gobierno de Marinilla, la situación más grave se registró el 24 de agosto en la madrugada, cuando más de 200 personas bloquearon la entrada al municipio a la altura del sector de El Cordobés y se enfrentaron con la Fuerza Pública.

Los bloqueos en las vías el 28 y 29 de agosto provocaron la suspensión de las clases en las siete instituciones urbanas y la parálisis del transporte hacia Medellín, a otros municipios y a las veredas. En ese municipio se decretó ley seca y los locales comerciales cerraron sus puertas durante esos días de tensión. La calma fue retornando paulatinamente en el Oriente Antioqueño el 30 de agosto, después del pronunciamiento hecho por los líderes campesinos que dialogaban en Boyacá con el Gobierno Nacional.S

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