Rionegro avanza en la actualización de su Mapa de Ruido, un instrumento técnico clave para identificar las zonas con mayores niveles de contaminación acústica y orientar acciones que mejoren la calidad de vida de la comunidad. El estudio se desarrolla con el acompañamiento de Cornare, el Laboratorio de Monitoreo Ambiental G-lima de la Universidad de Antioquia y la Administración Municipal.

Este proceso permitirá al municipio cumplir con la Ley 2450 de 2025, que fortalece las estrategias de prevención, control y gestión del ruido ambiental en el país, e integrar criterios técnicos de control acústico en la planeación urbana y territorial.

El crecimiento urbano acelerado de Rionegro, junto con el aumento de la movilidad vehicular, la expansión comercial y el desarrollo de infraestructura, ha generado un incremento significativo del ruido ambiental, especialmente en sectores con alta circulación y concentración de actividades económicas. Mediciones preliminares indican que en algunas zonas se superan los límites permitidos por la Resolución 627 de 2006, lo que representa riesgos para la salud auditiva, el descanso y el bienestar psicológico de la población.

El Mapa de Ruido es una representación cartográfica que muestra los niveles de presión sonora en decibeles mediante colores y rangos, permitiendo identificar las áreas más afectadas y las principales fuentes de emisión, como vías con alto flujo vehicular, zonas comerciales, industriales y de servicios. Esta herramienta no solo cumple una función diagnóstica, sino que se convierte en un insumo fundamental para la toma de decisiones en planificación urbana, salud pública y control ambiental.

El estudio es ejecutado por el Laboratorio G-lima de la Universidad de Antioquia, que realiza mediciones con equipos de alta precisión ubicados en puntos estratégicos del municipio, en diferentes horarios y días de la semana. Posteriormente, la información es procesada mediante software especializado de modelación acústica, lo que permite simular escenarios y definir estrategias de mitigación como barreras acústicas, regulación de horarios, pavimentos fonoabsorbentes y otras soluciones técnicas.

Desde Cornare se destaca que el Mapa de Ruido no solo ofrece una radiografía del paisaje sonoro de Rionegro, sino que se constituye en una guía para equilibrar el desarrollo urbano con la protección ambiental y la salud de la población. El instrumento deberá integrarse al Plan de Ordenamiento Territorial (POT), garantizando una gestión permanente y sostenible del ruido ambiental.

El proceso también contempla espacios de participación ciudadana con Consejos Territoriales de Planeación y Veedurías, promoviendo la transparencia y el acceso a la información. Las autoridades reiteraron el llamado a la corresponsabilidad ciudadana, invitando a reducir prácticas que incrementan el ruido y a denunciar actividades que afecten la convivencia y el bienestar colectivo.

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