Después de 30 años de estar paralizado, el icónico reloj de la iglesia del municipio de Nariño ha
vuelto a funcionar. Este evento ha sido recibido con gran alegría por los habitantes de la
localidad y busca convertirse en un importante atractivo dentro de la ruta turística religiosa del
municipio y la región, especialmente porque el municipio busca desligarse de la historia de
violencia que por tantos años les acecho.
El reloj, que adorna las cuatro caras de la torre del templo, data del año 1931 y celebró su 93º
aniversario el pasado 16 de julio. Este artefacto no solo ha marcado el paso del tiempo, sino
que también ha sido testigo de la historia de Nariño. Ha formado parte tanto del antiguo como
del nuevo templo, y es el único vestigio histórico que se conserva del antiguo edificio
parroquial.
Este acontecimiento ha añadido un nuevo atractivo a la ruta turística religiosa de Nariño, que ya
incluía el mirador de la parroquia. El reloj y el mirador ahora forman parte de una experiencia
que invita a residentes y visitantes a explorar la herencia espiritual y cultural del municipio.
La administración municipal tiene planes de seguir mejorando los espacios históricos y
turísticos de la localidad, con el objetivo de atraer a más visitantes y fortalecer el sentido de
comunidad entre los habitantes bajo el plan de desarrollo “Nariño florece” de la actual
administración. La reactivación del reloj de la iglesia es solo el comienzo de una serie de
proyectos destinados a revitalizar el patrimonio cultural de Nariño, como los murales que se
estrenaron hace poco, los cuales embellecen el municipio a traves de la resignificación de las
tradiciones ancestrales.
Este evento marca un renacimiento para la comunidad, donde el tiempo, literalmente, vuelve a
correr y las campanadas del reloj de la iglesia resuenan como un testimonio del pasado y una
promesa para el futuro.

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