En la zona rural de Guarne, un caso de envenenamiento masivo acabó con la vida de 18 gallinazos, una especie fundamental para el equilibrio ambiental. Dieciséis murieron en el lugar y dos más no lograron sobrevivir al proceso de rehabilitación. Sin embargo, uno de ellos resistió contra todo pronóstico y hoy regresa a su hábitat natural.
Este gallinazo llegó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) con síntomas de intoxicación severa, afectaciones neurológicas y una infección que requirió la amputación de un dedo. Tras un riguroso proceso de recuperación en la jaula de vuelo, recuperó su fuerza y está listo para retomar su papel en el ecosistema.
Los gallinazos desempeñan una función vital en la naturaleza: son carroñeros que ayudan a la descomposición de materia orgánica, evitando la proliferación de enfermedades. Su presencia es clave para mantener el equilibrio en los ecosistemas y su conservación es una responsabilidad de todos.
Desde Cornare, se rechaza cualquier acto que atente contra la fauna silvestre y se hace un llamado a la comunidad para proteger estas especies. Cualquier emergencia o denuncia relacionada con la vida silvestre puede reportarse al 3217811388.