Por: Carlos Humberto Gómez
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En repetidas ocasiones he escuchado la intención de constituir un Área Metropolitana o una Provincia Administrativa y de Planificación en el Oriente Antioqueño. Las gestiones de los mandatarios locales en años anteriores dejaron al gobierno siguiente la posibilidad de hacerlo, pero llega siempre al punto de partida, nada concreto.
Asuntos como la prestación de los servicios públicos, el ordenamiento territorial y la movilidad son resueltos individualmente por cada uno de los Alcaldes, sus secretarios de Planeación, de Gobierno, de Transporte y Tránsito y sus gerentes de Empresas prestadoras de servicios. Todos con su propia autonomía atienden solo una necesidad, la de cumplir con un Plan de desarrollo local.
Ejemplos sobran en el caso del transporte regional, en los cuales falta coordinación, diálogo y entendimientos para facilitarle al ciudadano mejores condiciones para movilizarse: Tomar el servicio público desde El Santuario a la Universidad de Antioquia en la sede Oriente (28 km.), es más costoso que ir hasta el Alma Máter en Medellín (59 km.), hacer una carrera en taxi de un municipio a otro asegura un comparendo por falta de permisos, ser víctima de la guerra del centavo sigue siendo cosa del día a día, subirse a un vehículo público de más de 20 años de servicio es algo normal y utilizar vías intermunicipales como pista de carreras un asunto de preocupante incremento.
No pocos eventos han dado cuenta de la necesidad apremiante por resolver los problemas de movilidad que ante la ausencia de una autoridad supramunicipal, tiene como efecto la crisis en la prestación del servicio público. Hoy se habla de Transporte Masivo, de Sistema Integrado de Transporte SIT, de ampliar a un tercer carril, de dobles calzadas, de rieles elevados; también se habla de constituir al fin la figura que permita planear con la visión regional, que le de a los usuarios un servicio eficiente, cómodo y con unos costos que atiendan a la realidad de transportadores y pasajeros.
Se requiere con urgencia una autoridad regional que tenga competencia territorial más allá de cada municipio, que logre integrar todos los servicios, que de solución a los requerimientos de los estudiantes, los discapacitados, los empleados de las fábricas y centros de comercio, que pueda tomar decisiones con la movilidad urbana y rural, que pueda incidir en la definición de rutas y proyección de vías, ciclo rutas y le de al peatón el privilegio que requiere.
Pero lo que más se necesita es voluntad política, que rompa definitivamente con la idea que es para tomarse el poder y dejar en desventaja a alguien. Se trata de entrar en razón y definir lo que a la región le hace falta desde hace tanto tiempo, contar con la Autoridad para resolver sus propios asuntos, para evitar lo que vivimos a diario y es la planificación del territorio desde otras latitudes.
Pd. No es falta de Institucionalidad, porque el Oriente es privilegiado en este sentido. MASORA es una de esas instituciones que ha insistido en la constitución de una autoridad de transporte, su Director se ha recorrido la región y otras regiones promoviendo una movilidad acorde al desarrollo territorial, donde no se espere a que sea el ministerio quien tome decisiones en este aspecto y terminemos lamentando que desde la centralidad obliguen a tomar decisiones en tal sentido obedeciendo a intereses que no sean los de este territorio.
“No se requiere mucha fuerza para hacer cosas, pero se requiere mucha fuerza para decidir qué hacer” Elbert Hubbard, escritor, editor, artista y filósofo estadounidense.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de DMB comunicaciones y su Periódico El Oriente.