CBA Santa Ana: “Patrimonio Vivo”

0
10

Cuenta la hermana Mirian Sofía Arenas Hurtado, directora de Centro de Bienestar del Anciano Santa Ana, que el asilo nació entre 1900 y 1902, época en la que llegaron a Rionegro las primeras Hermanas de la Presentación, sin embargo, fue en el año 1914 cuando la institución fue reconocida como asilo, gracias a la solicitud hecha por un sacerdote, quien es su fundador, “él fue el que solicitó a Bogotá, a la superiora de la Presentación, que enviaran hermanas para el Asilo y, entonces, en Bogotá, le aceptaron la solicitud que el padre hacía y mandaron cuatro hermanas”, cuenta la Hna. Mirian Sofía.

Dicho lugar, según la Directora, funcionaba en una casa ubicada en la calle de San Francisco, en el lugar donde, actualmente, se ubican las vans que viajan para Medellín, allí permaneció hasta el año 79 u 80. Para la época del 80, asegura la Hna. Mirian, Monseñor Jairo Jaramillo, compró una parte del terreno donde, hoy por hoy, se encuentra el Asilo -barrio Obrero, Rionegro-, algunos vecinos regalaron parte de sus zonas verdes y que otro lote lo regaló una señora que asiste a las misas del CBA. “Entonces, en el 78 y 80 ya se trasladaron los ancianos que había allá, abajo en Rionegro, se trasladaron para acá, aquí está funcionando, más o menos, desde el 79-80, aquí en este sitio” cuenta.

Con el tiempo, el Centro de Bienestar del Anciano ha tenido diferentes reformas y ampliaciones, con ellas se ha pretendido mejorar los servicios que presta el lugar y, de esta manera, proporcionar mejores condiciones a los residentes. Así, uno de las adecuaciones que se han implementado en el CBA tiene que ver con la oferta de cabañas para parejas, personas solas o con cuidadores. Estas, según la Directora, surgieron como dos casas para ubicar a los trabajadores, puesto que, hace unos años, no existía la oferta de vivienda en el sector. Hasta el momento cuentan con nueve cabañas.

El asilo cuenta con 115 residentes y aún quedan algunos cupos pendientes, sin embargo, el CBA no recibe algunas patologías, pues, según la Hermana, no se cuenta con un personal que las atienda. Además, dice que el primer requisito para permanecer en el Centro es que la persona quiera estar allí y que la familia se comprometa a estar pendiente de ellos, por lo cual, se hace un proceso donde, tanto el residente como sus familiares, conozcan el lugar y las dinámicas que en él se viven, así como también las normas que deben cumplir.

Desde la Gerontología

Cuenta Rita Gilma María Aránzazu Peláez, gerontóloga del CBA Santa Ana, cuenta que el lugar cuenta con residentes desde diferentes modalidades, por ejemplo, hay personas que ingresaron gracias al convenio que se tiene con el municipio, por lo cual, es Rionegro quien da el aporte para estos residentes. Asimismo, hay abuelos que pagan su pensión, denominados particulares, y están los residentes de caridad, estos últimos se sostienen con las donaciones de algunos benefactores, quienes “pueden aportar en dinero, en especies o en cosas, que también se ve reflejado para el bienestar de las personas que aquí habitan y, desde esos beneficiarios, digamos, se vinculan empresas y otras cosas que hacen que eso sea posible”, comenta Rita.

El Asilo cuenta con un equipo de profesionales interdisciplinario que siempre está atento a las necesidades de los ancianos, desde lo biológico, psicológico, físico y social. También, el CBA es apoyado por un equipo de voluntarios, el cual está allí desde hace siete años y ayudan en labores como “cortar uñas, motilar, acompañar, conversar, sacar a dar una vuelta por la manzana, ayudar a arreglar frutas, participar en actividades (…)”, dice la Gerontóloga.

Actividades lúdicas, artísticas y culturales

Como método para entretener y mantener activos a los abuelos, el CBA realiza diferentes actividades lúdicas, artísticas y culturales programadas por el equipo interdisciplinario del Centro, así como también, con el apoyo de diferentes grupos de profesionales, estudiantes o personas del común, quienes idean estrategias para intervenir, de manera positiva, a los residentes.

Este es el caso de la clase de arte, la cual está a cargo de practicantes de Artes de la Universidad de Antioquia. “Hemos logrado tener el privilegio de tener un profesor de arte, en este caso una profesora, con quien se ha llevado un proceso muy interesante con 25 abuelos, porque estamos trabajando el arte como terapia y lo estamos trabajando de una manera interdisciplinaria: Gerontóloga, practicante de Arte y practicante de Psicología. Entonces, hemos estado haciendo un trabajo conjunto que impacta muy positivamente a estas personas”, asegura Aránzazu.

Además, afirma que “como casos especiales y bien bonitos tenemos personas que han logrado superar un duelo gracias al arte, personas que, a través del arte expresan eso que nunca se han atrevido a decir, entonces, en ese sentido estamos felices”. Cabe resaltar que ninguno de los abuelos que participan del taller, según la Gerontóloga, tenían conocimientos en arte y que, precisamente, lo que se busca es que estos aprendan técnicas y elaboren obras con propósitos.

Docente de arte

Según Natalia Rivillas, docente encargada de las clases de arte del CBA Santa Ana, nunca se imaginó realizar sus prácticas con abuelos, pues, según ella, tenía prejuicios que la llevaban a percibir grandes dificultades en dicho entorno. “Uno piensa, me voy a encontrar con gente muy enferma, con muchas discapacidades, con muchas limitaciones y sí, realmente sí, pero también tienen muchas capacidades, más capacidades que discapacidades” dice.

Cuando iniciaron las clases, cuenta la Docente, la primera estudiante que se encontró fue Mabel, una mujer con limitaciones en su movilidad, principalmente en los pies, y con dificultades en el habla. “Y yo decía, Dios mío, qué voy a hacer, ella me va a regar todas las pinturas, no voy a ser capaz. Pensé mil cosas en segundos y dije, no, pues yo con ella sola tendría, y no, se fue dando la clase y la felicidad de ella al pintar, como se concentra cuando pinta, le gusta, se da a entender a su manera. Entonces fui yo la primera que me llevé una reflexión de acá de entrada: las limitaciones son mías, la discapacidad es mía por los prejuicios que uno trae de afuera. Desde ahí me enamoré del proceso, para mí Mabel fue como la inspiración de todo esto. Ahí empecé a trabajar ya con ellos” relata.

Durante el proceso, según Rivillas, han trabajado acrílico, óleo, grabado, dibujo, entre otros. En cuanto a este último, dice que realizaron un dibujo de un recuerdo, proyecto que permitió que los abuelos trabajaran la memoria, además de su motricidad. “El proyecto empezó solo como prácticas artísticas y ya después se fue transformando en prácticas artísticas para sanar, como terapia para ellos” dice.

Asimismo, dice que cuando inició entró con la mentalidad que muchos tienen: pensar que los abuelos son como niños, aspecto que refuta, puesto que, asegura, lo primero que le dijeron fue que ellos se sentían cansados de hacer cosas de niños. “Lo primero que me dicen es queremos hacer cosas de adultos, nos sentimos acá en un rincón, desplazados por la sociedad y no, quisiéramos ser parte de la sociedad nuevamente”, comenta la Docente de Arte.

Por lo anterior, es que surge el proyecto de realizar una exposición que no solo les permitiera mostrar sus obrar sino, además, volver a esta en sociedad, “que sean exaltados, dignificados, valorados como personas”, expresa Rivillas.

La exposición

El próximo 29 de junio se realizará la exposición Primera Muestra de Artistas Residentes del CBA Santa Ana, el evento se realizará en la Casa de la Convención de Rionegro y que, según Rita Aránzazu, gerontóloga del CBA, se hace para “sensibilizar a la población de que estas personas existen, de que estas personas crean, sienten, viven”.

Para la muestra, afirma la Gerontóloga, ya se tienen 25 bastidores de 30 x 40 montados, en los cuales los abuelos están trabajando el óleo. Además, desde el Asilo, dice, le han permitido tener los materiales necesarios para el trabajo, pues el proyecto ha mostrado seriedad y ha dado buenos resultados.

El día de la exposición “ellos (los abuelos) van a estar allá, y la idea es que vamos a tener una apertura de la exposición con ‘todos los juguetes’, pretendemos tener música, el coctel, que sea con todo, y la exposición va a estar hasta el 15 de julio, entonces también la comunidad se va a poder vincular visitándola esos días”, afirma Aránzazu.

Por su parte, la docente arte, Natalia Rivillas, expresa que “la invitación es Patrimonio Vivo, porque ellos son la historia viva, porque ellos tienen muchas cosas que contarnos, muchas cosas que no se escriben y, simplemente, ellos faltan y se van con esas historias”.

En cuanto a los próximos proyectos, comenta Rivillas, se tiene pensado la elaboración de un libro que cuente las historias de los abuelos y donde, además, se plasmen las ilustraciones por ellos mismos.

Invitación

Rita Aránzau, gerontóloga, y Natalia Rivillas, docente de artes, ambas encargadas de la planeación y proceso del taller de arte y la exposición de obras, quisieron extender la invitación para que la comunidad en general se vincule y asista Primera Muestra de Artistas Residentes del CBA Santa Ana desde el próximo 29 de junio en la Casa de la Convención.

“Invitar a las personas a que asistan al evento, que se vinculen de alguna manera (…) yo no creo que nadie se lo quiera perder, porque es algo novedoso y mirar qué es lo que están haciendo los abuelos, cómo pintan y si pueden, cómo hacen, qué están pintando, por pura curiosidad, yo creo que la gente va a querer estar, va a querer ir. Igual compartir la invitación a todo el que quiera estar, bienvenidos absolutamente todos, desde niños hasta adultos”, dice la Docente de Arte.

“Los residentes del Centro de Bienestar del Anciano Santa Ana, de Rionegro, queremos invitar a toda la comunidad para que se hagan presentes el 29 de junio en la Casa de la Convención de Rionegro, a las tres de la tarde, donde vamos a tener la apertura de la Primera Exposición Colectiva de Adultos Mayores, residentes del CBA, mostrando diferentes técnicas en artes plásticas”, dice la Gerontóloga.

Loading

Comentarios