Hoy esta mujer, administradora de empresas del Ceipa, con especialización en Gerencia de Empresas Sociales para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit, con más de dos décadas de experiencia laboral en cargos de responsabilidad empresarial, se define a sí misma, en lo profesional, como mamá.
Permaneció 10 años fuera del país y al regresar se casó con el que había sido su novio de los años del colegio. Su vida tuvo un importante giro cuando, como familia, decidieron ser padres, y orientar sus esfuerzos personales y profesionales a la educación cercana de sus tres hijos, Miranda, Carlota y Josué. Y entonces, fiel a su espíritu inquieto y templado se ha formado con intensidad y mucha disciplina académica en el oficio de ser mamá: tiene certificación en paternidad efectiva, en mamá espiritual, en PNL y ha hecho otros cursos más relacionados, asuntos sobre los que permanece leyendo, investigando y avanzando, pues le resulta fundamental encontrar la manera de nivelar ese triple papel de mujer, esposa y mamá, así como de proyectarse para el servicio, en su hogar y hacia los demás.
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Por eso, ante el reto de acompañar a su esposo Rodrigo Hernández en el proyecto de dirigir los destinos de los rionegreros, ella fue clara: “Si tú lo quieres, voy a trabajar a tu lado; solo pido tener un círculo profesional donde me sienta tranquila y un equipo de trabajo con valores; me creo capaz de enseñar a hacer cosas… pero no puedo enseñar a ser honesto, a ser responsable, a ser caritativo, esas son cosas que vienen del hogar, de la familia”, y conjuntamente decidieron que Luz Dariana lideraría una estrategia transversal a la Administración enfocada en la familia, en la reconstrucción de valores y la edificación de la dignidad de cada uno de sus miembros, la cual se denomina “Abrazando Familias”.
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Esta mujer emprendedora, directa, muy práctica, rápida, a quien le gusta que las cosas fluyan, que se hagan, hoy combina el quehacer como mamá, actividad que continúa ejerciendo con gran dedicación, mientras apoya y acompaña la labor de su esposo como primer mandatario de los rionegreros desde su misión de líder en Abrazando Familias, con autonomía y determinación, en la búsqueda de lograr un desarrollo integral de cada uno de los grupos poblacionales de este municipio, que ama y por el que estuvo dispuesta a dejar la tranquilidad y la pausa para proyectarse en el servicio por y para los demás.
Dice que “las cosas son posibles, porque hay que encontrar buenos aliados”, como su grupo de trabajo de la Administración, del que se siente muy satisfecha.
