En lo que va del 2021 ha aumentado la preocupación para la población de la vereda Cimarronas de Marinilla, debido al estado de la vía, que de hecho ha permitido que se ocasionaran varios accidentes. Este camino, siendo carretera destapada, ya es un detonante para que sea de difícil acceso. Así, la queja ha sido más latente por el abandono en cuanto al mantenimiento de las vías veredales.
Cimarronas es una vereda que en su mayor parte acude al cultivo de hortensias, un tipo de flor que es bastante apetecida por el mercado internacional, por lo que los campesinos deben transportar los pedidos hacia las comercializadoras para exportarlos. Además, la vía de Cimarronas es una vía alterna que comunica tres municipios: El Carmen de Viboral, Rionegro y Marinilla.
“Es una vereda que tiene un alto flujo vehicular, donde la mayoría de las personas cuentan con motos y carros, y en lo que va del año 2021 ha habido gran cantidad de accidentes”, afirma Luz Ely Zuluaga, de 45 años, nativa de la vereda y administradora de empresas agropecuarias que trabaja como independiente con un cultivo de flores. Expresamente se habla de cuatro accidentes y el más reciente, el de un estudiante de la Institución Educativa Francisco Manzueto Giraldo, quien al regresar a su casa después de la jornada estudiantil en su bicicleta, resbaló por una falda con piedras altamente expuestas, lo que produjo una fractura en una de sus extremidades inferiores al caer.
En cuanto al poco apoyo para invertir en la carretera, argumenta la mujer: “Hay muchísimas fincas de veraneantes, quiere decir que pagan mejores impuestos. Todos pagamos los impuestos. Entonces, ¿dónde se ve la retribución de esto, tan siquiera en la vía?
El Presidente de la Junta de Acción Comunal, Dorancé Ocampo, ratifica la ineficacia de la Administración con las veredas, en este caso Cimarronas. Explica que se ha hecho el llamado a la Alcaldía municipal, la Secretaría de Obras Públicas y a la Secretaría de Gobierno, pero en ningún momento ha sido escuchado. Es consciente de que como líder tiene la obligación de gestionar o por lo menos mediar ante la Gobernación un mejoramiento para la vía, pero es muy complicado. “Los líderes ante la Administración somos un cero a la izquierda”, alega el independiente y líder comunal. Así, según él, ha sido la pandemia y la contingencia la nueva excusa de la Administración.
Por otra parte, Jorge Esteban Bastidas, estudiante del grado 11 del colegio Francisco Manzueto Giraldo, el más cercano a la vereda, expresa que uno de los factores negativos de la vía para el desplazamiento de los estudiantes es que “Cuando voy caminando al colegio, y ha llovido, los vehículos te tiran pantano y agua, lo que hace que llegues embarrado. Además, el polvo intenso en verano y los tantos huecos”.
En cuanto al transporte veredal, el cual es prestado por la empresa Sotramar, la comunidad expresó que la ruta era muy inconstante y que pasaba muy pocas veces al día. El primer viaje para Marinilla sale a las 7:00 am y el último a las 5:30 pm. En total son 4 recorridos hasta Marinilla y 4 de regreso, y el último viene a las 7:00 pm.
Ante ello, el conductor de esta línea, Jorge Castro, con 35 años de experiencia en la vereda, expresa que “la carretera tiene muchos huecos, está en muy mal estado para trabajar. La gente pide que se hagan viajes más constantes, pero por el estado de la carretera no es posible”. Además, dijo el conductor, que hace aproximadamente cuatro años, desde antes de la Administración del exalcalde Edgar Villegas, no se le hace mantenimiento a la carretera. “Yo mismo he gestionado el material, lo he repartido entre los líderes comunales o ayudantes que me envían, pero otras veces me quedaron mal y uno se cansa. En otra ocasión tuve que ir yo mismo a cubrir un hueco que no dejaba pasar el carro”.
Los peatones también peligran, pues los conductores tratan de esquivar los huecos con brusquedad, sin percatarse del riesgo de atropellar y herir a alguien. Incluso, afirmó Sebastián Jaramillo, un ciudadano, hay constante flujo de transporte pesado por las tantas parcelaciones que se están asentando como Monteverde, cosa que deteriora más la carretera.
En cuanto a la Administración municipal, según su página oficial de la red social Facebook, desde octubre del 2020 se están interviniendo las vías destapadas de las 35 veredas de Marinilla, pero les hacen promesas y les programan fechas a las que nunca asisten. “Se dijo que en enero se empezaban a organizar, desde el año pasado en octubre se está diciendo que vienen a intervenir y esta es la hora que nada”, indica el conductor. Además, se han percatado de los arreglos de las veredas aledañas como Cascajo, donde solo pasan la máquina de forma superficial y no colocan ningún tipo de material, por lo que continúa en mal estado.
Ante esto, Santiago Gómez, de apoyo técnico de la Secretaría de Obras Públicas e Infraestructura de Marinilla, dice que hay veredas que se han intervenido parcialmente, como lo es Cascajo, ya que han tenido que atender otro tipo de solicitudes. Además, explica: “En este momento nos vemos un poco afectados por el tema, el año pasado por la contingencia que tuvimos que vivir y la limitación de recursos. También contamos con un número limitado de maquinaria, por lo cual es un poco complejo desplazarla por todas las veredas. La idea es tratar de coger una vereda y evacuarla por completo, ampliar un poco más la calzada y suministrar un material bueno y con la debida maquinaria”.
El representante de la vereda ve la realidad de un buen arreglo muy difícil y, mientras tanto, seguirán esperando el tan anhelado apoyo para el campo que se vería reflejado en una mejor calidad de vida.