Mono Títi gris en los bosques de San Rafael y San Carlos en el Oriente antioqueño.
El tití gris, una especie endémica de Colombia en peligro, enfrenta amenazas por el turismo irresponsable. Cornare hace un llamado urgente a proteger su hábitat y promover prácticas de avistamiento que respeten su comportamiento natural. Foto Cortesía.

Lo que a primera vista parece ser una atracción turística inofensiva está convirtiéndose en una amenaza seria para la conservación del tití gris (Oedipomidas leucopus), una especie endémica de Colombia que ya se encuentra en estado vulnerable. Cornare ha emitido una advertencia urgente sobre la proliferación de cebaderos utilizados para atraer a estos pequeños primates con fines turísticos, una práctica que está alterando el comportamiento natural de la especie y poniendo en riesgo su supervivencia.

En municipios como San Carlos y San Rafael, el uso de comederos artificiales se ha popularizado entre algunos operadores turísticos. Estos cebaderos permiten que los turistas tengan encuentros con los titís, sin darse cuenta de las implicaciones de esta actividad. Al proveerles alimento, los titís dejan de buscar su propio sustento en el bosque y se vuelven dependientes de los humanos, una intervención que desestabiliza el ecosistema y amenaza el equilibrio ecológico.

David Echeverri López, biólogo y coordinador de la Oficina de Gestión de la Biodiversidad de Cornare, subraya que esta práctica está comprometiendo el papel crucial de los titís dentro del ecosistema. “Cuando dejamos que los titís se alimenten en cebaderos, estamos alterando sus comportamientos naturales, lo que a largo plazo afecta la regeneración de los bosques y la salud de los ecosistemas en los que habitan”, afirmó Echeverri.

Un Turismo que Destruye lo que Busca Proteger

El turismo irresponsable no solo está poniendo en riesgo la vida de los titís grises, sino que también está socavando los esfuerzos de conservación que Cornare y otras organizaciones han promovido durante años. Estos primates no son solo una atracción turística: son una pieza fundamental del ecosistema, ya que dispersan semillas, polinizan y ayudan a controlar insectos que podrían convertirse en plagas para los cultivos.

Además de la presión que genera el turismo, el tití gris ya enfrenta múltiples amenazas, como la cacería, el tráfico ilegal y la pérdida de hábitat por la deforestación. Con un área de distribución limitada a pocos departamentos de Colombia, la especie está en una situación crítica, y prácticas como el uso de cebaderos no hacen más que agravar el problema.

En Defensa del Tití Gris

Cornare ha puesto en marcha acciones concretas para detener esta tendencia y promover un turismo responsable. Entre las iniciativas se encuentra la reintroducción de ejemplares decomisados o rehabilitados a su hábitat natural, la conservación de áreas protegidas donde habita el tití y la restauración de corredores boscosos para garantizar su movilidad. Además, la entidad está desarrollando campañas educativas con las comunidades locales y los actores turísticos para sensibilizar sobre la importancia de proteger a esta especie.

A pesar de estos esfuerzos, la irresponsabilidad de algunos actores turísticos sigue siendo un obstáculo considerable. Es imperativo que los operadores turísticos se comprometan con prácticas sostenibles, como evitar los cebaderos y promover el avistamiento de fauna en su hábitat natural, sin interferir en sus comportamientos

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