Luego de muchos años de no poder visitar sus aguas cristalinas y paisaje natural por culpa del conflicto armado, los habitantes de Argelia (Antioquia) han retornado al Charco del Tanque para recuperarlo como sitio de encuentro social y proyectarlo como atractivo turístico.
Como parte de las medidas del plan integral de reparación colectiva que se implementa en este municipio antioqueño, coordinado por la Unidad para la Reparación a las Víctimas con apoyo de la alcaldía, la recuperación comenzó con la siembra de árboles con la comunidadpara reforestar la zona y garantizar su conservación ambiental.
María Clara Espinosa, funcionaria de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, explica que con el retorno al charco “la comunidad recupera una práctica colectiva y un sitio de encuentro social y familiar, además de la restauración de otras tradiciones comunitarias que se habían perdido por causa del conflicto armado”.
Ahora que el conflicto armado cesó en el oriente antioqueño, sin guerrilla ni grupos paramilitares, quieren que este lugar sea de nuevo un referente de la recuperación económica, social y hasta de sus tradiciones que empieza a sentirse en el municipio.
Avanza la reparación colectiva
Andrés Felipe Zapata, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio El Tanque, recuerda que “este lugar es muy importante porque casi todos aprendimos a nadar allí y era el sitio de encuentro comunitario y de paseos en familia por ser un sitio natural”.
Y explica que “en la época del conflicto a lagente le daba miedo venir porque había grupos armados, pero ahora nos está ayudando la Unidad para las Víctimas para recuperarlo y volverlo turístico para que vengan a Argelia y se lleven una nueva imagen que ya no es de violencia”.
Este lugar tradicional se convirtió en un sector que infundía terror en la población porque, tanto las FARC como los grupos de autodefensas, coparon ese sector “donde cometieron múltiples delitos contra la población civil como homicidios, secuestros y desapariciones forzadas”, cuenta una víctima residente en barrio aledaño al río.
Las medidas ya implementadas de la reparación colectiva que han contribuido a la recuperación de este municipio y de sus víctimas son la creación de una microempresa que beneficia a 60 mujeres confeccionistas, presencia permanente de la fuerza pública, dotación de la Casa de la Cultura y reactivación de las fiestas de la mula y del campesino.
Además, en este municipio del oriente antioqueño la Unidad para las Víctimas ha invertido 25.925 millones de pesos en atención humanitaria y reparación individual, con 2.168 indemnizaciones entregadas a los sobrevivientes del conflicto.