Después de 9 meses de gestión nacional y departamental, la comunidad sancarlitana y los comerciantes granadinos ven una pronta solución para las consecuencias económicas y de movilidad que desencadenó el colapso del puente.
El pasado 2 de junio de 2017, el municipio de San Carlos se vio afectado por el colapso del puente principal ubicado en el sector de Zulia en el kilómetro 0+900 de la vía Granada – San Carlos. Este hecho no solo afectó la comunicación entre ambos municipios, sino a quienes residen el barrio Zulia y a los habitantes de cerca de 22 veredas.
Después de meses de gestión nacional y departamental, el municipio ––que por un largo tiempo se vio obligado a utilizar el anillo vial Palmichal-Vallejuelo-San Carlos como alternativa para tener acceso a San Carlos desde el municipio de Granada, y como vía alterna Guatapé-San Rafael–– ve hoy por fin una luz de esperanza para la pronta solución de la caída del puente, pues la construcción por parte de la empresa Latinco ha avanzado en un 30%. Ya se han ejecutado las actividades correspondientes para la edificación, entre ellas los permisos de ocupación de cause, aprovechamiento forestal, la demolición del puente, limpieza de la zona y la construcción de los apoyos.
Los más afectados
Los altos precios en los alimentos y el transporte de los productos agrícolas son una de las principales consecuencias con las que lidiaron los habitantes de las veredas y las personas del casco urbano tras la caída del puente.
“A nosotros nos tocaba pagar 2.000 mil pesos para poder pasar el río e ir a hacer las vueltas que necesitáramos hacer en el pueblo. A uno le daba mucha tristeza ver cómo el pobre campesino que llegaba con sus dos bultos de café o sus 2 racimos de plátano se veía obligado a pagar este alto costo porque eran 2.000 mil pesos por cada bulto” expresa Albeiro de Jesús Cuervo Calderón, presidente de la Junta de Acción Comunal del sector Zulia.
Los habitantes del barrio Zulia vieron afectados sus servicios básicos de saneamiento, como el agua potable y, además, el paso peatonal de los niños y jóvenes hacia sus lugares de estudio.
Si bien los afectados de forma directa fueron los habitantes de San Carlos, los comerciantes del municipio de Granada expresan que a causa de este hecho la economía de ellos también se vio comprometida, porque como afirma Rigoberto Montoya, comerciante y propietario de la Cafetería El Porvenir del municipio de Granada, “se depende totalmente del turismo de San Carlos, y debido a este hecho el flujo vehicular bajó totalmente, pues solo pasan los buses de transporte público”.
Entre las primeras soluciones para mitigar los daños y las afectaciones que se estaban sufriendo, la administración del Municipio optó por gestionar una lancha que permitiera el paso de los peatones y motos hacia el lado del pueblo y, en busca de una solución que perdurara más y permitiera el paso en forma masiva, se construyó un puente colgante, que ha permitido hasta la fecha el paso de peatones, motos, caballos, motocargas y mototaxis.
“Era imposible que este pueblo con tanta riqueza ––debido a sus fuentes de agua–– no tuviera dinero para la solución definitiva de este hecho, por eso, el compromiso de nosotros siempre fue luchar por este terruño, y abrir todas las puertas posibles, para buscar una solución definitiva” expresa Gloria Yepes, concejala de San Carlos.