Las fincas de 100 familias campesinas de La Unión son hoy más productivas gracias al mejoramiento y ampliación de sus cultivos de papa, el producto más tradicional de este municipio antioqueño.
Muchos de estos agricultores sufrieron en el pasado el asesinato o desaparición de parientes y desplazamientos forzados por la disputa entre las guerrillas y grupos paramilitares en la región.
Para mejorar sus condiciones de vida, con generación de ingresos familiares y fortalecer la vocación agrícola y que permanezcan en las zonas rurales que habitan, los agricultores recibieron insumos (herramientas, semillas, abonos, bombas fumigadoras), asistencia técnica y dinero en efectivo para pagar los jornales necesarios para fortalecer o iniciar sus sembrados.
El fortalecimiento de la producción se logró gracias a un convenio entre la Unidad para las Víctimas y la Alcaldía local, que favoreció a familias como la de Gilma Giraldo.
“Este proyecto nos ayudó mucho porque fue muy completo y ayudó a muchas familias en la vereda San Juan, donde yo vivo, que fue muy golpeada por la violencia, como mi familia que le robaron el ganado durante dos años, pero donde ya retornó la calma”, relató la mujer.
Ella se siente motivada con los beneficios, ya que con “los insumos, los incentivos económicos y la ayuda técnica sembramos en un lote y con las ganancias de esa primera cosecha nos permitió volver a cultivar”.
cortesía DiariOriente