Eduin Giraldo es un ciudadano rionegrero, un hombre con un corazón solidario, hace 3 años y medio le dio vida a un proyecto que ahora es parte de su trabajo social con comunidades vulnerables en Rionegro.
Dice que esta iniciativa la empezó con la firme idea de “devolverle a la vida, todo lo que había recibido y que desde tiempo atrás pensaba en hacerla, aunque no sabía cómo ni con quien”.
“Empecé con la idea de hacer una especie de sancocho comunitario, con 100 mil pesos que había recogido con algunos amigos, pero el solo costo de la olla me obligó a replantear la estrategia”, dice Eduin Giraldo al narrar sus primeras jornadas.
Finalmente, con los 100 mil pesos en el bolsillo y con la participación de algunos amigos y conocidos, una noche de lunes compartieron con 35 personas empanadas, buñuelos y gaseosa, este, dice Eduin, fue el inicio de lo que hoy es Corazones Solidarios.
Según Eduin cada primer lunes se reúnen en el Parque Principal de Rionegro unas 200 personas que en situación de vulnerabilidad y condición de habitante de calle, esperan recibir una comida caliente y una sonrisa por parte de al menos 20 voluntarios que llegan a ayudar en la tarea de repartir los alimentos.
Cada comida es el resultado del aporte de donantes que han reconocido el trabajo de Eduin Giraldo y sus Corazones solidarios, mensualmente en la red social Facebook, da cuenta de una nueva jornada. El costo de cada comida es de 5 mil pesos, lo que implica buscar cada vez al menos recolectar un millón de pesos.
“recibimos aportes que permiten realizar estas jornadas mensualmente y en algunas ocasiones hacemos actividades nocturnas que llevan Chocolate caliente y pan a los más necesitados”
Los niños también son beneficiarios
También da cuenta de actividades en las que asisten a barrios pobres, con eventos como pinta caritas, recreación, chiquiteca, “El pasado 23 de diciembre fueron al menos 200 niños que recibieron regalos nuevos”. Además, dice Eduin “Este año llevamos 28 kit escolares a la vereda Rioabajo y con el apoyo de una empresa privada entregamos 72 kit escolares que compartimos con niños del barrio La Esperanza y Alto Bonito”.
Tocar puertas, es la única forma para sostener un proyecto de este tipo. Los amigos y ahora donantes de Corazones solidarios son los que mantienen viva la posibilidad de llevarle comida caliente cada mes a un número muy importante de población vulnerable.
Tejas, colchones, almohadas, medicamentos formulados, gafas y mercados, hacen parte de lo que ha sido posible dar gracias al aporte de los amigos de este proyecto. “Hasta torta y gaseosa en un día de madres y una silla de ruedas eléctrica la cual conseguimos en un tiempo record de 6 meses”, agrega Eduin.
Su trabajo social ha estado apartado de intereses partidistas o particulares, siempre ha mantenido autonomía y busca a través del ejemplo invitar a jóvenes y niños para que conozcan el proyecto y tomen esto como actitud de vida.
“Es fácil caer, no importa la educación o nivel social. Cualquier día por el solo consumo de alucinógenos puedes terminar en una situación como el vicio que te lleva a la calle”
No ha descartado que se replique su proyecto en otros municipios, para lo cual espera que se motiven otras personas y logren como él, impactar positivamente una comunidad que en la mayoría de los casos está a expensas de la solidaridad.