Por: Carlos Hernando Olaya Rodríguez
Movimiento por la defensa de la vida y el territorio MOVETE
El 5 y 6 de agosto se realizó en el municipio de San Carlos el XV encuentro regional de paz, al cual asistieron delegaciones de todos los municipios del Oriente de Antioquia y el área Porce-Nus.
El evento organizado por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la Corporación Pensamiento y Acción social, La Red de Programas para el Desarrollo y Paz (Redprodepaz), la Red de Iniciativas y Comunidades de Paz desde la Base y la Ruta Pacífica de las Mujeres, con el objetivo de promover la participación, el diálogo y la movilización social en torno al proceso de negociación que se lleva a cabo en la Habana Cuba entre el gobierno y las FARC.
Contó con la participación del alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo quien se mostró optimista respecto al fin del conflicto armado, considerando acertados los cinco puntos de la agenda general acordados entre las partes: Reforma rural integral; Participación política de la ciudadanía; Cultivos de uso ilícito; Victimas, Memoria Histórica y Verdad; fin del conflicto; y garantías para la reintegración a la vida civil de los grupos alzados en armas, objetivo central de la negociación.
Frente a la paz territorial Sergio Jaramillo dijo que se deben promover pactos de convivencia que protejan el espacio vital. Además llamó a motivar la participación de las comunidades en la paz e invitar a las universidades para que se vinculen a las regiones en torno a este propósito. También convocó a que se promueva el reconocimiento de las victimas como sujetos de derechos, superando la noción que los considera meros receptores de ayudas. En cuanto a los actores del conflicto armado, incluido el Estado, pidió que reconozcan sus responsabilidades y contribuyan a que se esclarezca la verdad.
Durante el encuentro se trabajó en siete mesas temáticas, en las cuales las delegaciones presentaron propuestas para ser enviadas a la mesa de conversaciones de la Habana. Al inicio de las deliberaciones se aclaró que en los diálogos no se negocia la paz sino el fin del enfrentamiento armado entre el Estado y las Farc, advirtiendo que la paz se consigue con la resolución por métodos no violentos de los conflictos inherentes a la sociedad. Se concluye que con el fin de la guerra se presenta la oportunidad para que la sociedad civil ocupe el lugar protagónico que le corresponde en cuanto a trazar y liderar el rumbo que conduzca a la superación de las causas estructurales que han ocasionado la guerra.
Las siete mesas temáticas fueron.
- Derechos humanos y victimas.
- Megaproyectos y medio ambiente.
- Seguridad y postconflicto.
- Desarrollo y vocación productiva del territorio.
- Participación y democracia para la construcción de paz y pos acuerdos.
- Articulación e integración territorial.
- Educación y cultura de paz.
De los planeamientos recogidos en las relatorías se resaltan los siguientes:
Al primer tema se concluye que a pesar de la significativa intervención Estatal y la importante destinación de recursos hay falta de claridad sobre lo que significa reparar a las víctimas del conflicto. Se presenta descontextualización en las intervenciones, los operadores de los programas son agentes que apenas si conocen el territorio y en el afán de mostrar indicadores ejecutan mal los proyectos. Se indicó que el actual modelo de desarrollo del país va en contravía de los derechos humanos.
La segunda mesa se constituyó en una de las preocupaciones centrales de los asistentes, pues la región se ve abocada nuevamente a la construcción de centrales hidroeléctricas, la solicitud de grandes extensiones territoriales para la gran minería y los agroquímicos que se utilizan en los monocultivos.
Esta mesa se enfocó en la poca información y nula o casi nula participación que brindan las empresas solicitantes de licencias ambientales para los megaproyectos a las comunidades afectadas.
Respecto al tema de seguridad se planteó una gran preocupación debido a que el area del altiplano viene siendo afectado por la actuación de grupos delincuenciales. Se habló también de la modificación del concepto de la seguridad basada en el incremento del pie de fuerza del Estado al fortalecimiento de los lazos comunales en la prevención del delito.
Sobre el desarrollo rural y la vocación productiva del territorio se planteó tener en cuenta el concepto de sostenibilidad, la creación de distritos agrarios municipales y supra municipales, incluyendo el agroturismo y el ecoturismo, integración territorial y creación de un régimen especial de seguridad social.
En el tema de la construcción de paz se propuso adoptar el término pos acuerdo en vez de posconflicto y dejar de lado la anterior noción de reinsertado por la de reintegrado, ajustando el lenguaje y los conceptos a la nuevas realidades generadas con los acuerdos entre el Estado y las organizaciones insurgentes.
Referente a la integración territorial se planteó la constitución de la Provincia de Oriente, propuesta que se viene impulsando desde tiempo atrás pero que ahora, en el pos acuerdo, toma visos de realidad sobre la base de la articulación supramunicipal.
En cuanto a la educación y la cultura de paz se indicó que falta mayor compromiso de las instituciones educativas para asumir con responsabilidad el tema y que se requiere la promoción de una pedagogía para la paz.
Al final los representantes de las organizaciones, junto a los alcaldes y personalidades asistentes al evento, firmaron el “Pacto del Oriente Antioqueño para la construcción de la Paz Territorial, en el cual se dejó expreso el clamor general para que los diálogos lleguen a buen término, manifestando la necesidad de la movilización de la población alrededor de la construcción de la paz y el compromiso en la implementación de los acuerdos, afirmando que ésta es una oportunidad para alcanzar el anhelo de la paz siempre soñada.