El problema del cortoplacismo en política

0
38

Por: Alejandro Zuleta Duque*

“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones” Winston Churchill

Es indignante que la política, la disciplina que por esencia nos invita al debate y a la promoción del consenso para el goce del bienestar colectivo, sea en la actualidad la palabra que inmediatamente refiere a corrupción, truculencia y otros antivalores que cercenan el futuro de la sociedad y en especial de aquellas poblaciones más empobrecidas.

Es claro que en nuestro país la corrupción ha cooptado las esferas del poder y de la vida cotidiana pero por fortuna no a todas las personas. Es normal escuchar o ver titulares de noticias en los que se anuncian capturas de funcionarios por cometer faltas a las obligaciones que la ley les atribuye o por el desfalco de entidades públicas que se sostienen con los recursos obtenidos del pago de los impuestos de los ciudadanos. Existe con relación a ello una especie de inmovilización ciudadana frente a episodios que se repiten a diario en el país lo cual ha conllevado a la no participación estratégicamente en acciones que posibiliten la dignificación de la política; no como el arte de manipular y robar sino más bien como la disciplina que sirve como herramienta para potenciar el debate y lograr el bienestar para la mayoría.

En nuestro municipio concretamente han pasado funcionarios de idoneidad comprobada, otros en cambio no tan probos en el manejo de recursos y el cumplimiento de sus deberes; con relación a estos últimos, es realmente indignante que un municipio como Rionegro, con ingresos exorbitantes, con potenciales en el ámbito económico, social y ambiental; siga siendo nombrado a viva voz como el más industrializado de la subregión Oriente, pero lamentablemente desorganizado en áreas como la movilidad, la infraestructura y poca, por no decir inexistente accesibilidad a oferta educativa superior pública de calidad.

En ese orden de ideas es preciso manifestar que la caducidad de muchos de sus líderes políticos no es gratuita, no figuran ya en el ámbito nacional pues priman sus intereses cortoplacistas sobre la visión a futuro.

Es necesario que los líderes políticos más que mostrar una imagen positiva casi incuestionable de sus actos, piensen si los ciudadanos son analfabetas para creer que todo es perfecto y que todo va bien o si acaso es mejor dignificar la política y permitir que los ciudadanos que se forman juiciosamente en diversas áreas y que pueden representar bien los intereses generales del municipio, comiencen a participar en escenarios que impulsen la transición hacia una ciudad mejor administrada.

* Politólogo Especialista en Gerencia de Proyectos con experiencia en trabajo con población vulnerable en la ciudad de Medellín.


Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de DMB comunicaciones y su Periódico El Oriente.

Loading

Comentarios