Por: Humberto Restrepo
Creo que ningún colombiano sensato, desconoce que la guerra armada con las “Farc” va a terminar. Creo también que la guerra de lógicas va a continuar.
Estos dos hechos son irrefutables, el primero porque el documento resultado de las negociaciones entre Gobierno y “Farc”, así lo demuestra, el punto de “dejación de armas y desmovilización” es claro, los cronogramas establecidos para tal fin también son claros. (ver punto 3 del acuerdo final). El segundo, porque es evidente la polarización en la anda sumida Colombia, esta polarización la genera lo que yo he llamado guerra de lógicas.
Esto último se puede explicar muy fácil, todos los actores de sociedad que han leído los acuerdos, le dan una interpretación específica, unos, dependiendo si responde o no a sus intereses personal, otros, dependiendo el lente que tengan puesto, sea (gobiernista u opositor), así será su interpretación de lo que leen en los acuerdos.
Como los acuerdos no son una fórmula matemática con un resultado exacto, sino que son un texto donde se plasman las ideas que tuvieron los negociadores de las dos partes…, este hecho los hace susceptibles a una interpretación subjetiva por parte de quienes los leen de lo escrito allí.
Hasta aquí, parecería no haber ningún problema, la cosa comienza a complicarse cuando esa subjetividad en la interpretación, pasa al campo de lo doctrinal, de lo dogmático.
Cuando se defiende una postura personal frente a un tema específico con la convicción de que no hay otra verdad, corremos el riesgo de no permitir que el otro tenga algo de razón en sus tesis.
A mi manera de ver, esto es lo que está pasando hoy en Colombia con el tema de las negociaciones que acaban de terminar en Cuba y el debate sobre cómo votar el plebiscito convocado por el Presidente de la República. A mi manera de ver, respetando cualquier opinión en contra, la decisión que tenemos entre nuestras manos este próximo domingo 2 de octubre es histórica.
Sin gritos, sin marchas, sin insultos, sin panfletos, y por supuesto sin disparar un solo tiro, podemos ayudar con nuestro voto, para que la guerrilla de las Farc desaparezca, se acabe como grupo armado. Este sólo hecho tiene un valor incalculable para el futuro económico, político y social de nuestra Nación.
Desde mi lógica, veo en el documento dos tipos de verdades:
Verdades Tangibles:
El documento como tal es una verdad innegable, sus 288 páginas discutidas durante 4 años y aprobada por los compromisarios. (288 páginas reales porque las otras 9 páginas son del preámbulo, la introducción y las firmas.)
Los 6 puntos que componen el acuerdo ampliamente explicados en él.
Los compromisos que adquieren las partes y que se encuentran tácitas en el acuerdo.
Los mecanismos, comisiones, herramientas, salas, sistemas, etc, etc. que se crearan para la implementación de los acuerdos en el tiempo.
Verdades intangibles:
La cantidad de muertos que a partir de la culminación del conflicto con esta guerrilla, vamos a evitar.
La cantidad de comandos de Policía que no van a ser derribados en una toma guerrillera.
La cantidad de madres y padres que podrán celebrar su día tranquilos con la presencia de sus hijos.
Los recursos económicos que se redistribuirán en otros sectores diferentes a la guerra.
El verde que revivirá en los campos
La esperanza de miles de colombianos, en un futuro mejor.
Las posibilidades de inversión extranjera que se multiplicarán.
La salud mental que vamos a ganar los colombianos.
…
Trataré en forma resumida de mencionar, desde la lógica de los opositores, los titulares con los que han manejado el tema, si se me permite, los voy a llamar, titulares engañosos.
Titulares engañosos: (tomados del periódico virtual la silla vacía)
“10 curules 5 en Senado 5 en Cámara para la guerrilla sin elecciones, es decir automáticas”
“Cada comandante tendrá sueldo especial y así por escalafón hasta llegar al secretariado de las FARC quienes tendrán sueldo igual a los congresistas.”
“Pagarán cero cárcel por sus delitos. Ojo cero solo tienen que confesar y sin importar el tamaño del delito pagan cero.”
“Desde la aprobación del plebiscito el Secretariado entrará al Congreso con sueldo, con voz pero sin voto y a partir del 2018 como congresistas por dos periodos seguidos.”
“Canal de televisión 24 horas para difundir sus políticas (adoctrinamiento)”
“No hay entrega de armas, habrá dejación (todavía nadie sabe qué significa eso) hasta que se verifique si aprueban o no plebiscito.”
“No hay petición de perdón a los colombianos.”
“No se incluyó en los acuerdos la entrega de menores reclutados por las Farc.”
“Aprobado el plebiscito eso sería un SÍ AUTOMÁTICO a reforma tributaria para conseguir recursos para pagarle a la guerrilla por su acto “generoso”
“Amigo Colombiano… si le da pereza LEER las 297 páginas de lo acordado en la Habana, la película de este proceso es Venezuela, para allá vamos!!!”
Todas estas aseveraciones y otras que han rodado por redes sociales, han sido desvirtuadas en su totalidad, con lo que se encuentra en el documento final de los acuerdos. Para recordar sólo otros dos titulares engañosos: lo del 1’800.000 que supuestamente se le iba a pagar de salario a los guerrilleros desmovilizados, terminó siendo una gran mentira, será un subsidio no un salario, de 620.000 pesos durante dos años únicamente. …“este es un acuerdo con total impunidad”, absolutamente desvirtuado, la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatau Bensouda, asegura que todo lo plasmado en el documento, se ajusta al tratado o estatuto de Roma y a los acuerdos internacionales.
En resumidas cuentas, este tema tan crucial, tan importante, tan decisivo para el País, se viene tratando desde la emoción y no desde la razón, yo espero, como ciudadano colombiano que la decisión que se tome este próximo 2 de octubre, sea la más adecuada, la más sensata para poder pensar que Colombia por fin va a salir de este espiral de guerra que pareciera no tener fin.
