Cuando se terminó de llenar el Embalse El Peñol Guatapé en 1978, afloraban sobre la superficie algunos picos de las principales montañas que existían en esa área de 67 kilómetros cuadrados, los cuales quedaron convertidos en islas dentro de la inmensidad de la represa, pedazos de tierra que no interesaban para nada a EPM, que solo requería del agua para la generación de energía.
El predio más grande fue denominado Isla del Sol, en honor al lugar donde nacían los dioses de la cultura Inca y fue cedido, al igual que otras pequeñas superficies, al municipio de El Peñol para que desarrollara proyectos turísticos o ambientales y mediante el Acuerdo N° 09 del 24 de mayo del año 2003, el Concejo municipal de El Peñol estableció que la Isla fuera convertida en un Jardín Botánico, teniendo en cuenta la variedad de flora y fauna que allí se encuentra.
En realidad, las Administraciones de El Peñol no le han prestado la suficiente atención a esta propiedad que, incluso, en tiempos de la violencia, cuando daba temor viajar a esta localidad por miedo a las “pescas milagrosas” que hacían los grupos al margen de la ley, la Isla estuvo en venta porque el municipio no tenía con qué sostenerse financieramente, por el casi nulo recaudo de los Impuestos Predial y de Industria y Comercio. ¿Quién iba a pagar impuestos si no podía hacer uso de su propiedad?
Sin embargo, alguno de los Alcaldes permitió que una persona se instalara en la Isla, no se sabe a título de qué y hoy ese señor reclama indemnización por la posesión que tiene sobre el predio.
La arrendaron
En uno de los últimos actos del exalcalde José Cirilo Henao Jaramillo, se alquiló la Isla del Sol a la firma Madela Asociados, con un canon de arrendamiento de dos millones de pesos mensuales, supuestamente para un proyecto ecoturístico, desconociendo que está vigente el Acuerdo municipal que la designa para un Jardín Botánico.
En el contrato de arrendamiento se establece que la propiedad será utilizada “para la práctica de actividades de explotación turística, frase muy amplia que no explica cuáles son esas actividades. De otro lado, en el documento que reposa en la Alcaldía de El Peñol, no hay estudios que soporten la necesidad de entregar el predio en alquiler durante 10 años, a dos millones de pesos mensuales.
Para la Alcaldesa Sorany Marín, “Ese contrato no tiene el lleno de requisitos, no tiene revisión jurídica de asesores o secretarios, no hubo concurso y desconoce que hay una protección porque la zona hace parte del distrito de Manejo Integrado Ambiental”. La funcionaria anunció que su Administración ya adelanta acciones para negociar con la empresa arrendataria para revocar el contrato y ratificó su voluntad de adelantar las gestiones necesarias para blindar ese pulmón verde y garantizar su uso como Jardín Botánico.
Está en Guatapé
Es curioso que la Isla del Sol sea propiedad del municipio de El Peñol, pero está en jurisdicción del municipio de Guatapé, lo mismo que ocurre con la famosa Piedra de El Peñol y el dueño está bastante atrasado en el pago del Impuesto Predial, lo que sirvió de excusa al exalcalde José Cirilo Henao para justificar el arriendo diciendo en su momento que parte de lo que recibiría la Administración se destinaría al pago de ese gravamen.
Ante la alerta que ha surgido por el uso que los arrendatarios puedan darle a la Isla, la Administración de Guatapé envió una comunicación a Madela Asociados advirtiendo que en esa propiedad no pueden realizarse movimientos de tierra, camping masivos o construcciones, sin la respectiva licencia de la Secretaría de Planeación del municipio.
En otros dos oficios enviados en febrero, la Secretaría de Planeación de Guatapé le pide a la Oficina Ambiental y al comandante de la Policía, que verifiquen el cumplimiento de las normas y vigilen el predio en cuestión.
Por su parte, Fernando López, Subdirector de Aguas de Cornare, autoridad ambiental en el Oriente, dijo que los usos del suelo de la Isla están definidos desde 1985 y la norma indica que el 90% del territorio es zona de protección y apenas un 10% se destina a desarrollo sostenible. “Eso quiere decir que se permite el turismo pasivo y el establecimiento de cultivos o proyectos piscícolas, pero no la construcción de edificios, excepto tal vez de infraestructura institucional”, aclaró.
Mauricio Zapata, abogado representante de la firma Madela Asociados, anunció que la idea es tener un proyecto ecoturístico, en alianza con universidades. “Los investigadores irían allá y nosotros acondicionaríamos habitaciones para que ellos duerman. No necesitamos hacer construcciones en concreto, que sabemos que van en contravía de lo que se permite en la reserva, pero sí podemos tener un tipo de camping o glampig, y repotenciar la casa que ya está. Es en un área de una cuadra”, dijo.
Pese a lo anterior, los integrantes de la Veeduría Ambiental de El Peñol se mantienen en alerta para que no se destruya esta reserva y que la Isla del Sol siga siendo un patrimonio del municipio.
Esta es la única construcción existente en la Isla del Sol y los ambientalistas esperan que no se construya nada más, para no atentar contra la riqueza de flora y fauna que hay en el predio.
PERIÓDICO EL ORIENTE