¿Alguna vez has disfrutado de una fruta fresca y jugosa o de la sombra de un majestuoso y fuerte árbol?
De ser afirmativa tu respuesta, comprenderás lo significativos que son estos enormes custodios de los bosques, ellos son uno de los principales sumideros de carbono, pues absorben el dióxido de carbono (CO2) y lo fijan en forma de biomasa. Además regulan el ciclo del agua, debido a que la recogen y la almacenan; protegen los suelos ayudando a controlar la erosión, a evitar derrumbes y los deslizamientos. Contribuyen a regular el clima, reduciendo los efectos del cambio climático.
Pero el mundo se está quedando sin su superficie arbolada, ¿sabes por qué?
¿Cómo evitarlo?
Con pequeñas acciones puedes hacer el cambio:
Planta un árbol
Recicla y reutiliza el papel
Compra elementos fabricados con materiales alternativos a la madera
Evita imprimir